jueves, 30 de septiembre de 2010

quietud es olvidarse de uno mismo

http://www.youtube.com/watch?v=Yp18sKXaFlE
uno mismo es palabra trillada.

la huella de la huella sobre la huella que huella

trampa en la que caer. caer en quedar atrapada.

mío, laberinto para extraviar la mirada.

y tantos años, vivir
hablar de equivocada.

martes, 28 de septiembre de 2010

lo que jamás se escapa

Tuvimos la suerte de escuchar mucha música -en español- de chicas. Nuetra casa era una casa musical. Los viajes eran viajes musicales. Toda oportunidad era motivo para poner primero, el tocadiscos, luego el grabador, después el equipo de Cds, la PC o el MP3. Pero lo que más recuerdo eran los cassettes que nos acompañaban trayectos de horas y hasta días en el auto, cuando íbamos de viaje hacia algún lugar.
Cantábamos o hacíamos coreografías con las canciones de Víctor Manuel (Baila Baila Baila Bailarina, él siempre espiando desde la cortina...) en alguna casa desde algún verano. También jugábamos a hacer programas de radio, con propagandas y mensajes de oyentes hechos con nuestras voces -versatilidad-, cuando nos maravilló la posibilidad de grabarnos en los cassettes vírgenes para volvernos a escuchar, o hacer nuestros propios compilados para llevar en el walkman en las caminatas interminables por Av. Francia. o de grabar alguna canción directamente desde la radio, aquella que nos enamoraba.
También recuerdo que esas canciones, que le sacábamos a mi viejo de los portacassettes que tenía escondidos bajo llave en el armario del escritorio, me acompañaban en la soledad de la habitación cuando escribía cartitas de amor y deseos y sueños y secretos en el diario íntimo.

Por culpa de ese romanticismo... y gracias a él.
Esta era una de esas canciones que tienen que haber generado algún tipo de gérmen romántico que traería luego tanta melancolía. La realidad no me conforma, nunca me ha conformado. Yo sigo soñando despierta, suspirando, retorciéndome de la emoción entre alegre y adrenalínica, de recrear mi vida paralela de fantasía.
http://www.youtube.com/watch?v=4I-hEASTyNs
Luego, más tarde, con la posibilidad de buscar esas joyas que dejaban alguna frase tarareando de memoria, encontré que esta melodía es afanada de otro personaje y hasta aparece en alguna película tonta y romántica de esas que tanto me gustan y tanta verguenza me da reconocer.
http://www.youtube.com/watch?v=-rQR3RsK26o&feature=related
Es al día de hoy que me sigue provocando esa misma enfermedad llamada romanticismo, entre suspiros, lágrimas - si me vino-, y lo que jamás se escapa, la implacable memoria alucinada.


el bonus track: http://www.youtube.com/watch?v=1s3BIX0duKs

sábado, 25 de septiembre de 2010

que explote el rebote

http://www.youtube.com/watch?v=L2n9JTPs53Q

Me revienta que a vos te rebote y a mi me explote.
Me revienta que los carteles de los estudiantes se hagan llamar del partido de los trabajadores cuando no representan a ningún trabajador. Sólo tienen el lujo de poder elegir estudiar mientras los mismos trabajan para los de siempre.
Me revienta que se piensen que están haciendo la revolución y sólo se están revolcando en la sala de el aldo y la guitarra te interrumpe la clase abierta porque dicen que ahora no se llaman aulas sino espacios, después te hablan de respeto y te pusieron los bancos en la escalera para que no puedas entrar al lugar que vos también tenés derecho de estar.
Me revienta cuando adoran a marxinsky y soportan el más bruto capitalismo trabajando de telemarketer.
Me revienta que terminen igual de alienados por el panfleto que se comieron y te vomitan cada vez que tienen que largar un discurso. Estos pibes no piensan por sí mismos. Repiten como loros conceptos que leyeron y que la marigua les dejó impregnados en las sinapsis inconclusas que les quemó el trayecto de pensamiento coherente.
La mayoría del tercer mundo padeceremos las peores catástrofes y moriremos. Es sólo una idiota estupidez suponer que es posible que billones de habitantes se puedan encontrar en paz, menos ponerse de acuerdo, cuando los recursos son para muchos menos y están proclamando y comprando espacios patrimonios de la humanidad para apropiárselos en el momento en que las cosas sean remitidas a la totalidad del uno que quieren imponer. Ese es tu dios y no es el mío.
Están lavándote el cerebro con la globalización desde hace décadas. No existe el mundo feliz porque es una pesadilla que no haya conflicto ni diferencia; es la condición humana. Y te están preparando para esclavizarte virtualmente en la misma utopía que te compraste con el manifiesto. Sí. El nuevo orden. El mismo.
Me revienta cuando aplican teorías importadas que no nacieron en estas tierras sino que se traen de los paises explotadores, los principales colonialistas, los precursores del desastre mundial y acá se le da las gracias por venir. Al culo. Gracias ni en pedo. Váyansé pronto y dejen de venir a estudiarnos que no somos monos.
Encima se los venera como dioses desarrollados y modelos a seguir y vienen a estudiar gratis a los mismos países que sus países de origen reventaron con las políticas externas que pusieron en práctica. A ver si ahora te reciben en sus países, cuando están echando a todos los inmigrantes y se olvidan que cuando estaban muertos de hambre y destruidos por las guerras, acá se los recibió con los abrazos abiertos.
Me revienta que se autoprohiban disfrutar de determinadas obras porque no encajan en sus parámetros teóricos.
Me revienta que privilegien los egos de quien lo dice más lindo y se hagan rodeos estúpidos para no decir nada al fin y al cabo se terminan encontrando diferencias insalvables con los más cercanos de principios e ideales pero como son de otro término gramatical o entonación subjetiva terminan primando las mezquindades del lenguaje y no la idea principal en juego que implica una praxis en concreto. El árbol y no el bosque.
Me revienta que los chalecos teóricos estorben la acción.
Me revienta que apoyen a quienes exterminaron generaciones (el sacrificio por la revolución) y después estén en contra de la pena de muerte. Es lo mismo. No podemos decidir más que por nuestra propia muerte y a veces ni siquiera.
Me revienta el debate puesto en términos del Todo o la Nada. Así tenés a un compañero que piensa parecido pero se llama de otro partido y te ponés en contra al igual que te pondrías en contra de un enemigo más fácil de admitir en slógans que quedan políticamente correctos. Queda bien que se vayan todos y que se vaya el fmi. Pero, ¿y quién se queda? El hdp del narcotraficante del cono sur que ya se ensució hasta la cajeta. Total, qué le hace una mancha más al tigre.
Me revienta que se apadrine a una clase cuando esa clase no tiene porqué ser apadrinada más que por ella misma. Los gobiernos de las masas terminan siendo grandes fascismos destructores de la diferencia, totalizadores y asesinos. Preguntale a tu vecino qué piensa de los bolitas y qué haría con ellos. Preguntate qué intereses estás representando y dejá de hablar en nombre del pueblo, que el pueblo habla por si mismo, el tema es que no querés escuchar qué dice.


jueves, 23 de septiembre de 2010

"loose it on, loose it on, but don´t loose your mind... take a look inside, what do you see? and you will see"





Ahora sólo nombres que vinieron con promesas. Durante mucho tiempo, un lugar de la fantasía al que huir porque los ideales, las ilusiones, los fantasmas ideológicos, rellenan aquellos vacíos geométricos de los cuerpos en movimiento.


La conexión con la realidad es lo que falla aquí dentro. Aquí dentro no hay más que abstracciones creadas para no entender nada y quedar petrificado ante el sinsentido. Petrificado, porque se supone una alternativa, la posible evolución creadora o al menos, la dinámica del conflicto que ponga en movimiento una vez más, los cuerpos, la máquina. Que no se estanque aunque le guste correr detrás del reloj perdiendo el tiempo.


Es más interesante narrar procesos que describir reflejos. Por ejemplo, al flaco le gusta construir y a mi me encanta que le guste construir, por eso no le da todo lo mismo, por eso piensa. Yo sería casi un opuesto. Kali, la destructora, aunque -por ahora- bastante calmada salvo por algunos días de berrinches y el sinsentido.


Cuando agarra el sinsentido no hay posibilidad de nada. No hay esperanza. Aunque algún viejo filósofo haya dicho por ahí que es una falsedad la espera de la línea del horizonte que se acerca. O el charco de agua que se ve en la ruta a pleno sol del mediodía que jamás salpica las ventanas del vehículo; pero los carteles van pasando y te dicen en verde y blanco, menos kilómetros que recorrer.


A veces está bueno sólo el trayecto. A veces me gusta irme de paseo ida y vuelta hacia ningún lado, sólo por el hecho de ser transportada ida y vuelta y escuchar cómo se rajan los metales que acuchillan los oídos.


A veces sólo en teoría me alucinan las ideas, pero no me interesa ir demasiado lejos. El deseo, si es aquello que nos mueve, no nos miente. Pone en evidencia si lo que decimos es lo que hacemos: los hechos concretos de nuestras vidas.


Por ejemplo, quiero ir a Holanda desde los catorce años. Holanda, los tulipanes, los cafés, los puentes, las bicicletas, las películas de amor en los aeropuertos. Quiero ir de joven a Holanda, como si tuviera catorce años y la vida que no llevé hasta ahora.


En esa vida, también viví en una comunidad hippie y me especialicé en el arte de hágalo ud. mismo, como la filosofía punk.


La contradicción de que el hippie sueña paraísos lejanos entre vientos dulces, mientras el punk trabaja y transforma con lo que tiene a su disposición, la realidad y las anfetaminas, -que lo hacen sumamente productivo- Because anger is an energy...


Sin embargo, jamás me mudé a Córdoba a ver arcoiris y objetos voladores no identificados. Trabajé muchos años en oficinas que me dieron de comer aquello que gasté y de lo que no perduró ni un centavo, ni para el viaje del sueño ni para el ticket de micro hasta San Marcos Sierra.


Creo que una vez compré un hilo para hacerme collares con mostacillas, e hice unos cuantos, pero allí quedaron guardados algunos, y otros los regalé. También conseguí la lana para tejer en el invierno lo que prometí, pero ya es primavera y la lana quedó guardada en el placard para el próximo invierno. Otro tanto sucedió con los acrílicos y los pinceles de diferentes números según el trazo buscado. Están guardados en una de las cajas al lado de la cama, esperando su resurrección.


Entonces, el sueño es un artilugio que oscurece el objeto de los deseos. Nada más sano que la realidad y su vertiente social. Nada más patológico que los humanos que nos enfermamos de fantasías de libre consumisión.


Al fin y al cabo, no es tan difícil, ni mucho menos complicado, ponerse a hacer con las mostacillas, la lana, los acrílicos, y las excusas son la pereza que abunda. Quedarse quieto en la cama escuchando la radio y sentir el viento que llega desde la ventana, mientras el mate está horrible y mancha las sábanas por algún que otro descuido.

Mientras tanto, fantaseo las ideas que me enamoran y por eso admiro a los que se juegan por lo que quieren, aunque se equivoquen más que nos, los perezosos.
Mientras tanto, espero el click: que la historia de mi vida hable con hechos, y no sólo con palabras. ( queojaládiosquieraesaspalabrashablendeloshechos )

miércoles, 8 de septiembre de 2010

mis males necesarios



Vengo a contar enojos. Bronca, bruta y puta, mi bronca. Torpe y aparatosa. Latosa y enfrascada. Silenciosa, anémica. Atragantada. Apilada en cada rincón de las articulaciones, mandibulín peron peron. Tanguera y tendenciosa de sentencias apuradas y ansiedad criticosa, celulítica. Paranoide. Celotípica. Prejuiciosa, desconfiada, porfiada. Peleadora. Impaciente aunque eficiente.


Vengo a enumerar odios que se deslizan de objeto en objeto. Capaces de hacer un enchastre inesperado, un revoltijo de nervios bríosos, gritos pelados, puertas golpeadoras, platos rotos, libros descartados. Líos. Enriedos. Colapsos. Teléfonos cortados a media palabra.


Vengo a exponer imperfecciones. Maleficios. Brujerías. Conspiraciones. Inconsistencias e inconstancias. Melancólicos los reproches. Dudas las desestabilizantes. Escapes los confabulatorios. Fabulaciones morfológicas. Delirio de misterios parapsicológicos y metafísicos. Egocentrismos antropológicos. Automambos. Autobombos. Egoísmos quejosos y mezquinos.


Te hecharé la culpa. Te echaré de mi casa. Te voy a mentir. Te deberé algún vuelto. Te revisaré papeles y cosas. Te perseguiré con preguntas. Te distraeré si es que no me conviene lo que estás diciendo, no me caes bien, no me oís como quiero escucharte. Mi honestidad será brutal como una flecha, por momentos, y por otros, condescendientemente librianaocultando los verdaderos pensamientos y sentimientos -brutales, generalmente. Ciclotímicos los ensayos de humor, todos los días. Crueles e insensatos, los desquites. Carentes de lógica, las exposiciones. Conservadores los métodos. Radicales los ideales. Conformistas las decisiones ante semejantes exigentes.
Hablaré de más cuando deba callar y callaré de más cuando deba de hablar. Me va a costar decirte lo que siento porque muchas veces no lo sé o no siento. Te voy a interrumpir cuando me estás contando algo importante. Te haré planteos fuera de lugar con cara de póker. Me haré la víctima y te daré vuelta las cosas. No aprenderé de mis errores y tropezaré muchas veces con distintas piedras y la misma -al fin y al cabo. Me dispersaré con facilidad porque todo me distrae y me aventura. No te escucharé cuando lo necesites y te escucharé cuando no quieras decirme nada. Te llevaré la contra, sólo por el gusto a los debates y porque siempre tengo la razón aunque no me la des.
Mi desorden te invadirá. Tomaré prestados tus objetos sin consultarte, porque ya me los he apropiado. Temeré al compromiso y me fugaré a la fantasía. No tendré límites y no entenderé más que con la claridad explícita y directa, es que tenés que ponerme un freno. Te pediré disculpas y al rato estaré haciendo lo que se me de la gana. Te atropellaré sin darme por aludida. Te echaré en cara aún esas cosas que supuestamente hube perdonado y comprendido. Y cuando me enfrentes, verás que perro que ladra no muerde. No sé sostener una discusión, casi siempre las pierdo. Pero seguiré peleando por que no conozco casi otras alternativas.
Te prometeré regalos que nunca te daré. Te contaré proyectos y todos los años y todos los meses y todas las semanas, habré cambiado de idea y habré encontrado otro camino que tomar distinto de aquel que sonó convincente en mis argumentos. No soy orgullosa pero no soporto que te tomes tus tiempos de reflexión y necesites espacio para estar a solas. Temeré que me abandones y por eso amenazaré con abandonarte primero. Dejaré inconclusos muchos de mis proyectos, de mis ideas, de mis oraciones, de mis palabras. Si no me respondés cuando yo espero que lo hagas y de la manera que espero que lo hagas, me enojaré y te pondré cara de ojete. Te mostraré los dientes y mi hostilidad generará tu violencia, tu reacción -siempre es mejor que la indiferencia.
Te malentenderé. Tendré problemas con los vicios. Tendré problemas con todo el mundo, siempre hay algún malvado o malvada que está en contra mío. Yo lo sé aunque el otro no lo haya advertido aún. Yo lo sé todo, pero resulta luego que sólo tengo una aproximación superficial al tema. Me obsesionaré fácilmente. Escucharé mis canciones preferidas una y mil veces hasta que te hartes de escucharlas. Yo no me harto tan fácilmente y no entenderé cómo no sabés apreciar lo que tanto me gusta. Usaré mi ropa preferida y todo lo que más quiera y más me guste, hasta gastarlo. No podré ahorrar jamás. Si tengo, se va hasta el último centavo. En mi, obviamente, primero que todo.
No me despertaré temprano al menos que esté obligada a hacerlo. Odio los despertadores. Tampoco trabajaré demasiado. Odio las obligaciones. Me gustará perder el tiempo, el mío y el tuyo. Tendré secretos que jamás habrás de imaginar y los guardaré celosamente para mi hasta el día de mi muerte, en el arcón de los recuerdos interrumpidos. No sabré aplicar los buenos consejos que le doy a los demás en mi propia vida. Te despertaré si roncás mucho de un codazo. Eso sí, jamás te sacaré las sábanas, tendré la piedad de taparte si te veo destapado.
Te contaré hasta cansarte todo lo que hice por los dos y todo lo que no hiciste por mi. Seré insoportable y tendrás ganas de samarrearme para que entre en razón. Pero te seguiré buscando hasta que explotes. No te contestaré los mensajes y no atenderé el teléfono si no me da la gana. Te pediré que hagas por mi lo que yo no hago por vos ni por nadie. Me fumaré a solas aquello que guardaste para compatir conmigo. Seré cara rota, cara dura. Impulsiva. Inconsciente. Correré riesgos innecesarios.
Haré de los procedimientos sencillos, procedimientos complicados porque tengo los cables cruzados y escaso sentido común y poco sentido de la ubicación. Contaré aquello que me pediste que no dijera delante de todo el mundo. No tengo registro del otro. Por eso me llevo puestos personas y objetos y tengo moretones y lastimaduras por doquier. Cometeré actos imprudentes pensando que puedo con todo para darme cuenta cuando ya me haya chocado contra la pared del frente y sea muy tarde para volver atrás.
Esperaré que adivines mis estados de ánimo y mis necesidades. Y si no lo hacés, te trataré como a un extraño desconsiderado. Te insultaré y te faltaré el respeto. Diré palabrotas. Eructaré. Y seré mal educada. Cancelaré planes a último momento. No cumpliré con mi palabra. Olvidaré lo que me pediste especialmente que recordara.
Si no puedo dormir, tampoco te dejaré dormir a vos. Te absorveré como una sanguijuela. Seré demandante, querulante y querellante. Nadie mejor que yo para aplicar la justicia y la objetividad desapegada. Me pondré en contra tuyo cuando necesites que te comprenda. Concibo que de esa manera te hago un bien, aunque todos necesitemos de vez en cuando una palmadita en la espalda, un no te preocupes que va a estar todo bien. Te contaré mis sueños cuando me despierte y te quemaré la cabeza con mis preocupaciones. Impondré mi programa de radio preferido a tu rutina. Impondré mi música y mi gusto estético. Impondré desprolijidad pero aportaré mucha energía.
Huiré de los mandatos, de las obligaciones, de las necesidades, de las responsabilidades, de las formalidades. Me evado y me desentiendo con facilidad de lo que me corresponde. Puedo sobrevivir a arroz y agua y sin salir de casa por días. Me bañaré cuando me de la gana. Descuidaré el fuego que puse a cocinar y arruinaré la vajilla, la comida y un potencial buen momento. Si tomo mucho y estoy demasiado efusiva, vomitaré el etílico y necesitaré que me ayudes con un balde y con el enchastre. Al rato estaré como nueva.
Me encerraré en mi hermetismo por algún tiempo hasta que haya dado con la respuesta que estoy buscando. Haré intervenciones provocativas justo donde más te duela si estoy vengativa. Opinaré de todo, hasta de lo que no me corresponde y seré hipócrita y desmedida. Veo y hablo, pero casi no escucho.
Y de este tratado de la deshumanidad que me habita, sólo puedo concluir que de la contradicción vengo y de la contradicción no me abstengo -no lo he logrado aún. Mientras tanto, hombres trabajando.


sábado, 4 de septiembre de 2010

agua permanece de aquel cielo

homenaje a la genialidad poética de la geografía hecha sonido. dedicado a las almas puras sensibles simples sabias. gracias por la inspiración. aquí los llevo conmigo:
diálogo de quenas y zampoñas
el afilador
el minerito
llamita
retumbo de Antigales

viernes, 3 de septiembre de 2010

un pseudo fantástico

W. Kandinsky - the last judgement
raquítico, extasiado en el espacio melancólico que duerme en el infierno, el adivinador concluía que la poesía filosa se lee en vertical línea y une la paradoja del tiempo circundante. qué nos queda, preguntaba la voz que retumba en los huesos del cráneo. nos queda ese cuarto de hora, ese cuarto de hotel, ese cuarto de piedra, en donde el invitado encontró los indicios, indiferentes ante el ojo que no quería ver lo que veía cuando se descorporizó el vapor efusivo y extranguló a la vizca criticona. la forma debía trascender el paradigma de las cuotas del alquiler atrasado. la imitación comía algo diabólico, extrañado de sí. aquel extracto del que se deconstruye un objeto obscuro contracturado por la parafernalia de no decir nada y decir algo al mismo tiempo. una desesperada intención a toda potencia del pivote que hace el grito cuando cae en el abismal desconcierto de la linguistería enmudecida por el corset que la desborda. el vómito radical.