martes, 30 de agosto de 2011
integración
dragón, perdoname. luché todo lo que pude. peleé justo. dragón, siento que se me abre el pecho una vez más, y siento también que no puedo hacer nada más que sentir lo que siento. siento que se hace trizas mi vanidad. y me siento viva. siento compasión. siento, dragón, que crezco. aprendo, y quiero dejarte ir, dragón. sé, si resisto es por el temor a estancarme en vacío. pero después, dragón, siento que un alivio triste convive en pacífica contradicción. soy con vos, dragón.
lunes, 29 de agosto de 2011
pancrítica
sábado, 27 de agosto de 2011
in silence
lunes, 22 de agosto de 2011
yo amo mis fantasmas
sábado, 20 de agosto de 2011
de ver dad
jueves, 18 de agosto de 2011
la disolusión
miércoles, 17 de agosto de 2011
innegable
viernes, 12 de agosto de 2011
niños del mundo, uníos
Los grandes al mundo le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona cada día más
Y pierde el camino por querer volar
Vuele bajo, porque abajo
está la verdad. Esto es algo
Que los hombres no aprenden jamás.
Por correr el hombre no puede pensar
que ni él mismo sabe para donde va.
Siga siendo niño y en paz dormirá
Sin guerras ni máquinas de calcular.
Vuele bajo, porque abajo
Está la verdad.
Esto es algo que los hombres
No aprenden jamás.
Dios quiera que el hombre pudiera volver
A ser niño un día para comprender
Que está equivocado si piensa encontrar
Con una chequera la felicidad.
Vuele bajo, porque abajo
Está la verdad.
Esto es algo que los hombres
No aprenden jamás ...
No aprenden jamás.
EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
Evangelio de San Mateo
CAPÍTULO V.
-EXORDIO: Las Bienaventuranzas.
1. Y viendo Jesús a todo este gentío se subió a un monte, donde habiéndose sentado se le acercaron sus discípulos.
2. Y abriendo su divina boca, los adoctrinaba, diciendo:
3. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
4. Bienaventurados los mansos ó humildes, porque ellos poseerán la tierra.
5. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
6. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia o de ser justos y santos, porque ellos serán saciados.
7. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8. Bienaventurados los que tienen puro su corazón, porque ellos verán a Dios.
9. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia o por ser justos, porque de ellos es el reino de los cielos.
11. Dichosos seréis cuando los hombres por mi causa os maldijeren y os persiguieren y dijeren con mentira toda suerte de mal contra vosotros.
12. Alegraos entonces y regocijaos, porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los cielos. Del mismo modo persiguieron a los profetas que ha habido antes de vosotros.
13. Vosotros sois la sal de la tierra. Y si la sal se hace insípida, ¿con qué se le volverá el sabor? para nada sirve ya, sino para ser arrojada y pisada de las gentes.
14. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede encubrir una ciudad edificada sobre un monte.
15. Ni se enciende la luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero, a fin de que alumbre a todos los de la casa.
16. Brille así vuestra luz ante los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
lunes, 8 de agosto de 2011
otro estrago anda suelto
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