inside earth

Sigo con la costumbre de la brevedad de las últimas entradas, me parece que hace que los mensajes sean más claros y concisos, sin dar tanta vuelta al "Reverendo Piscuí", que en paz descanse y gloria a su nombre. Además no es a propósito, es que no dispongo del tiempo, y creo que la fórmula funciona mejor así.
Hace una semana ya que estoy en mi habitación, para mi sola, lo cual es un placer privado. Pude gracias a eso, estudiar y ahorrar mis energías de discusiones inútiles con mis hermanas del alma. Pude, si así lo quería, estudiar hasta tarde, bien entrada la noche, y levantarme temprano para seguir estudiando, con mate y café de malta incluído, en mi mesita de luz. No me gusta fumar en mi cuarto, además de que me distrae de la lectura. Pude tomarme los baños que quise, cuando quise, y por los vecinos más bien los "ayudé" con el sonido del agua a darse unos lindos sueños de feng shui. Hoy con el viento se apagó de nuevo el p... calefón. Ya ni me caliento, porque el agua no se caliente. Ya reaprendí cómo se prende la llama, hay que saber dónde.
Estoy obsesionada con una canción de Bjork que no puedo dejar de escuchar una y otra vez, hasta que ya me sé las palabras, los tonos, los pasos del baile de mi improvisada coreografía. Eso me dio inspiración, para retomar el canto. Quisiera volver a cantar en un coro. Quisiera también trabajar. Quisiera hacer de este lugar, mi hogar, finalmente, un lugar a dónde retornar, y dónde reencontrarme. Quisiera promocionar las tres materias que cursé durante este cuatrimestre, y eso está por confirmarse esta semana que viene, la última de clase. Quisiera también que la muestra final del taller sea un honor a todo lo que trabajé este año con el tema de la creatividad, del grupo, del amor. Quisiera que Jacinto encuentre un lugar y que su historia tome vida propia. Quisiera que la escritura se conecte con la fantasía y que le de vida a otros personajes e historias en mi imaginación, y que sea un lugar para poder crear y no para enrollarse en palabras que no conducen más que a un rollo tras otro, que más que crear, repiten circuitos. Quisiera que la convivencia con mis hermanas sea un lugar de paz y tránsito positivo para las tres. Quisiera que mis amigos encuentren aquello que buscan, aquello que necesitan, aquello que los haga más felices. Quisiera lo mismo para mi familia, mi gran familia. Quisiera también encuentros recíprocos, de amor recíproco. Quiero y eso posibilita muchas cosas que antes no imaginaba que podía querer para mi. Todo un cambio, brindo por ello. Que así sea.