cura a la locura
entrégale un beso
pomposo como una flor.
cura a la locura
plancha sus arrugas
y cuélgala en el placard.
cura a la locura
que salte de hoja en hoja
y luego de vereda en vereda
atravesando la plaza
hasta llegar al umbral.
cura a la locura
cántale bajito
esa música que te hace palpitar
sin importar que ojos han de mirar.
cura a la locura
hazla reversible, inoxidable, inolvidable
y trémula como el hechizo del amar.
cura alas locuras
no existe cura para el azar.
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