el regreso del jedi

como toda aventura tiene su dificultad, su imprevisto, su porcentaje de azar maldito, esta aventura no fue la excepción a la regla, sino su confirmación. todo lo que nos podía pasar, nos pasó. todo, es una manera de decir a lo dramático, pero todo significa dentro de esas condiciones y variables en juego. algo de todo ese mar infranqueable de posibilidades latentes en un grupo, en un viaje. algo como puede ser confrontar con la realidad de que no se puede controlar el noble fluir de la vida y cuánta más oposición a lo que se da, más se tuerce, se inunda, se choca. algo como ver y verse, modificarse a cada momento, el cambio y la represión son enemigos en el juego. Me colmaron la paciencia una y mil veces, una y mil veces dije, cómo es que me metí en esto? pero qué sucedía, tenía que seguir frente a mis pequeños terribles y encontrar maneras más afables de relacionarme, porque la bruja dictatorial es el personaje más cercano cuando las cosas se van de mambo, pero no se puede estar gritando a nadie las 24 hs. del día. otra vez me dijeron la frase que antes de salir a la aventura, intuía. de los errores se aprende. y me sentí por momentos sola y sin capitán el barco que comenzaba a desmadrarse, pero como quien dice, me las tuve que arreglar y sacar algunos trucos de la galera. ahí también confrontarse con los espacios seguros de cada quien, la famosa máscara rígida de respuesta, es el personaje más temible en el que se puede caer. no pretendía que me quisieran, sino dejar algún tipo de influencia desde el lugar que me toca ocupar, desde mis años de vida. mantener la distancia, a veces un poco excesiva, pero el lugar seguro desde donde no se puede penetrar la vulnerabilidad de tener tanto miedo como tenía por momentos. quizás, me tendría que haber relajado más. eso no estaba en mis planes, hasta los últimos días, cuando ya me iba quedando sin voz y cuando el cansancio era esa extrema sensación de que te importe un bledo aquello a lo que antes le ponía tanta energía y tanto ahínco de mantener bajo mi ala de controlfreak.
el lugar, precioso lugar. el grupo, difícil grupo. mi compañero por momentos se fugaba de la escena y esa falta de dirección hacía que se empeorara el panorama, los chicos se empezaban a pelear, a maltratar, a hacer kilombos para llamar la atención de aquellos adultos a cargo que no tenían la batuta del cargo. y los caprichos y las demandas. constantes. y esa mirada cómplice por momentos y esa mirada justa en otros momentos. Me lo tomé demasiado en serio, les creía todos sus reclamos y allí salía, esclavizada a buscar alguna solución a un problema estúpido. dormíamos con suerte cuatro horas por día, y la actividad requería que estemos a su disposición las otras 20 hs restantes.
me confronté también con 23 espejitos, como dicen que en los grupos caen trozos del coordinador a cargo a reflejar la sombra de la luz. estaba mi corazón de magdalena con los freaks marginales del grupo, con ese resentimiento por los líderes, los más fuertes. sin embargo, a mis víctimas victimarios, les dejé en claro que no tenían porqué someterse a la esclavitud pautada por los modelos sociales, hay lugar para todos en este mundo si sabés hacerte un lugar y confiar en tus convicciones. les dí mi atención en todo momento posible. también les dije algunas verdades que estarían esperando que alguien las dijera, desde afuera del grupo para dar vuelta las injusticias sociales. por momentos pude ser esa madre que los cuidaba y los protegía, por otros esa madre abandónica que no pone límites, pero al fin y al cabo, yo estaba descubriendo tanto como ellos, mi lugar en el mundo. y todo era nuevo para mi, y es difícil bancarse que no se sepa todo y que las respuestas sean volátiles por falta de juego de cintura y de experiencia. no me gusta la demagogia, ni avivar la llama desemesurada de la falsa manía. después de la manía viene ese pozo depresivo en el cual no queremos caer, pero al exaltar como evasión la realidad de que no se puede todo en la vida. un justo centro de equilibrio, el camino más difícil por recorrer. hay que bancarse que no te quiera todo el mundo y que piensen que sos una bruja maldita y antipática, que te comparen con los otros y que te pidan que cumplas un rol que te es imposible por estructura. nunca seré una persona hiperactiva y entusiasta las 24 hs del día. al fin y al cabo mi lugar viene de otro lugar, de las filas del serio psi que no tiene drama en divertirse por momentos, pero que por formación profesional ve la otra cara de la moneda, aquella que pasa desapercibida. Puedo estar en los detalles, en los lugares preciados de cada esencia y darte alguna palabra que te esté faltando completar del circuito, te puedo dar sinceridad, por momentos también sincericidio, me cuesta mentirte y en eso considero que me falta inteligencia. no te podés poner en el mismo lugar de niño púber, al fin y al cabo sos el adulto a cargo. por momentos, sin embargo, me confundía y actuaba como tal. te puedo dar por momentos humor e ironía, pero fácilmente me olvido de esa alternativa cuando la escena se pone brusca. a eso yo lo llamo rigidez. por eso pienso que también en algún momento, hay que cruzar la frontera de las propias limitaciones y perder un poco el juicio conocido, atreverse a ser lo que jamás pensábamos que seríamos capaces de hacer.
No tuve tiempo de realizar mis crónicas por día, porque sencillamente apenas tenía tiempo para fumarme un pucho en la habitación, hacer algún llamado por tel. y bañarme en cinco minutos. o sea, terminé extenuada. dormí casi dos días para recuperarme de semejante cansancio. pero hay un antes y un después de este viaje aventura.