Erase and Rewind

Sábado por la mañana y mi película personal es muy simple y relajada. No dormí demasiado para lo que hubiese esperado de un exceso autoindulgente, solitario y narcicista. Aprovecho este tiempo conmigo misma para conocerme. No soy de dormir mucho. Me gustan las mañanas. También soy ordenada. No me gusta que la casa esté desordenada. La pulsión oral se satisface parcialmente con mate, agua, cigarrillos, canto; intermitentemente. Me gusta que la música suene contínuamente y al azar. Siento por momentos una conexión de sucesos que a veces conducen a los encuentros y a veces a los desencuentros entre las personas. No podemos evitar que todos estamos conectados unos a los otros mientras el mundo gira, pasan las horas y el sol se pone y se rescata alternadamente con la luna. Sé que necesito pasar varias noches y varios días en mi compañía. No estoy apurada, me siento tranquila y bien conmigo misma. Toda una serie de sucesos me condujeron a lo que no fue ayer a la noche, para darle lugar a lo que realmente es. Entonces, ya que no puedo cambiar lo que hice que me condujo a esta situación presente, no puedo hacer Erase and Rewind, me lo tomo con mate por la mañana. Pensé bastante anoche. Todavía me falta tiempo, todavía sé que no estoy lista para amar y para construir otra relación. Que ahora lo que quiero es consolidarme como persona, llevarme bien con la gente con la que me relaciono en todos los ámbitos, comprometerme con la carrera, con el trabajo, con mis satisfacciones y mis deseos. Y hacer las cosas que siempre quise hacer, y ahora es el momento. No quiero interrumpir procesos con idas y vueltas. Es lo que es. Cuando sea el momento de volver a amar, lo sabré. Ahora sé que no es. Ahora sé que me quiero encargar de mi y de los que quiero. Y a mis seis meses y unos días más de haber cumplido los 25, puedo decir que he madurado. Que me encuentro bien, que quiero estar mejor y que es obvio y que ya lo sabía desde mi revolución solar, que este iba a ser un tiempo de cerrar viejas etapas y de comenzar otras. Esto incluye relaciones que se modifican, circunstancias que se modifican, tiempos destinados a otras cuestiones. Y me siento más cerca de mi centro, más equilibrada, más conciente, más feliz y satisfecha con quien soy con lo que hago de mi vida. La estabilidad buscada por mi resulta distinta a la estabilidad monótona que nos mantiene adormecidos. Yo no me siento adormecida, me siento muy lúcida. Y con ganas de vivir. Ya no busco lo que no tengo en otros lugares, sino que lo encuentro aquí mismo. Sé que de todo esto va a salir algo muy bueno. El despertar fue brusco y fue lo que yo buscaba. Sin embargo, encontré esas cosas que no pensaba que estaban en mi, por más que intuyera que si se destapaba una olla que permaneció mucho tiempo cerrada a presión, iba a estallar. Puedo decir que en esa implosión encontré muchas cuestiones que necesitaban una resolución, una cura presente del pasado mal curado. Creo que hice mi trabajo bien, que no termina acá, pero que ya ha comenzado. Y que salí fortalecida. Más segura de mi misma, más determinada a ir hacia donde quiero ir. Ya no tengo miedo. Sé lo que no quiero, al menos sé algunas cosas que no quiero para mi, y sé de otras cosas que sí quiero. Y en fín, eso es lo que da la experiencia, los años vividos. No quiero volver a dormir en los laureles, pero sé que si eso llegara a suceder, porque no estoy exenta, ni yo ni nadie, de cometer errores similares, entonces estaré más segura de cómo proceder, lo entenderé mejor y con más paciencia y menos desesperación. Para algo existe la memoria, la represión, los síntomas y la compulsión a la repetición. Sé más de mi misma, sé más de los demás, de la psicología humana, de la vida. Iré construyendo mis propias conclusiones. No estoy sola, no necesito que me indiquen el camino. Puedo pensar por mi misma, tomar decisiones cada vez más rápidamente; puedo elegir y también soy conciente de mi voluntad, de sus limitaciones y del azar. Pero en general se trata de CAUSA/CONSECUENCIA, VERDAD/CONSECUENCIA.