L´Enfant Terrenal

Si supiera hablar y escribir francés la haría parte de este blog a Marguerite, otro de los notables personajes que conozco y posibilito vida. Pero para eso habrá que esperar pues un tiempo nomás, ahora lo que puedo hacer es traducir al creolle lo que creo que elle dice.
En este momento soy médium en trance. Me llegan imágenes de algún lugar que yo supongo que es francófono porque escucho palabras y frases pero no termino de entenderlas. Sólo sé que es un idioma muy coqueto y vanidoso y que precisa mucha saliva y enrosque de lengua para pronunciarlo, tal como el famoso beso francés. Ella dice que es transgresora, adulta y adúltera, que le gusta el etílico entre otros vicios, sólo que ese sólo y el cigarrillo se pueden confesar abiertamente en esta cultura. Los otros se comparten con los pecadores de la misma logia. Ella interviene cuando a Pepita se le va la mano con la novela romántica. Ella no es romántica, es más bien cínica. Eso la salva muchas veces de pecar de ingenua, porque la inocencia ya la pecó hace rato. Ella es solitaria. Disfruta más de su propia compañía que de ninguna otra. Le gusta la noche más que el día, porque a solas en la noche encuentra su verdadera libertad. Es antipática, soberbia, mental hasta la médula, pero esas son sus defensas en sociedad, porque se siente íntimamente inadecuada. Lo único que verdaderamente le interesa más que ninguna otra cosa es crear para si misma.
Ella dice que hay interferencias en el mensaje, que no es tan así, que la estoy juzgando y por eso desvirúo lo que ella dice de si. Yo digo que puede ser que la interpretación esté de más, pero su motivación intrínseca es aquella que quedará sólo en secreto para su actor. Marguerite, no se me crispe, por favor. Supongo que esto revela que es un tanto irascible, pero se le pasa rápido. Otra vez interviene. Que lo suyo no es irritación, sino un temperamento liberal y un tanto brusco por momentos. Que para el campo de las ideas hay poca agua y poca tierra, y para el campo de las emociones hay demasiado aire y demasiado fuego. Por eso algunos de los incendios, y por eso algunas de las inundaciones.