IX abracadabra

Hace un par de días nomás, empezó la onda encantada del MAGO. El mismo mago que tenemos como guía en este año maya que comenzó por fines de julio del año pasado gregoriano. Esto implica que hay ciertas palabras que abren códigos para este sello, códigos que pueden ser aplicados a nuestra vida. El mago rige el tiempo. Si hay relojes que cambian, días que parecen invierno cuando son verano, lluvias, soles, arcoiris y nubes en cuestión de minutos, relojes que se atrasan y se adelantan, sensaciones de estar metidos en otros lugares que los que estamos o en otras épocas o lo que fuera... encantador del tiempo, ese es el mago... opino humildemente que pensemos en esta imagen y en lo que nos dice la misma a cada uno de nosotros para poder recibir aquellos mensajes que necesitamos escuchar internamente, esa voz que nos dice en calma cuando se acallan las palabras alborotadoras del yo, que está continuamente pensando la sustancia, como si de ese modo pudiera abarcar su última forma...
Les propongo que busquen en si mismos aquel personaje magistral que hace de guía en los momentos en que se lo necesita, o incluso cuando menos se lo espera, por eso, atentos y relajados... dejen que actúe la magia en sus vidas.
Yo por mi parte lo necesito porque me resulta simpático hablar con él de vez en cuando... sé que me dice cosas que a veces no me gusta escuchar porque revuelve las retorcidas aristas de mi ser en transformación, sin compasión. Sabe tanto como yo que aún soy en buena parte una pequeña, la pequeña Lulú, la que se hace la sota porque así le conviene, que no entiende lo que tiene que entender, que entiende para el otro lado, y de ese modo pospone lo que le falta completar para encaminarse a otro nivel, porque le cuesta soltar...
Los magos como dicen también de los felinos (y si leyeron algún libro de las enseñanzas de Don Juan) ven en la oscuridad, su nahual es el jaguar y además son los compañeros de los guerreros y de las águilas... en fin... imaginen y dejen que estos símbolos los transporten más allá y más acá de si mismos... lo otro viene solo.