alguien está martillando la pared de al lado, maldito cascarrabias.
suena toda la música de la disco y se arman hologramas fluorescentes que resaltan del blanco un violeta índigo. es el dj jonnhy tedesco. desconsolado en sus pupilas todavía no se encendió el cartoncito. lo ve la marea de cabezas diciendo que si y que no al mismo tiempo. y el ve pero no mira. agita su cráneo, afloja su cuello, y caderas rién hasta los pies. un, dos, un dos, dos, un.
hombre barbudo con guitarra colgada al hombro. bobdileando, rasguña las cuerdas y aprieta sus dedos en el traste. armónica cuando su voz es en silencio soplando su lengua entre los espacios del metálico instrumento. quedó prendado del estribillo más de la cuenta y la canción ya le ganó unos cuantos minutos.
ahora el colorado vikingo metalicoso y bélico con polleras escocesas se arrancó un pedazo de mano con el portamicrófonos. sangra y grita de la adrenalina de tener furia en sus venas, mandíbulas de acero y cuerdas de encendidas en carbón.
¿y? Y yo qué sé. yo que tendría que saber por suponer algún tipo de personalidad motivada en degenerar las palabras que se me apresentan. yo dice que tira la piedra y esconde la mano, que no se entiende el sentido de su discurso, y últimamente no sabe a quien responder de las voces del congreso que están alborotadas porque perdieron la cabeza del legislador primario. yo es o se hace. yo toma algún veredicto como guía gurú de su inconsistencia. yo se muestra desperfectamente exagerando su situación yoica, de identidad confusa. acaso yo elige permanecer así por demasiado tiempo o es que yo no vislumbra el mínimo ápice de certidumbre. y prefiere hacer la plancha o remar contra corriente. ni. por eso yo es temeroso de que le absorvan la identidad. pero en realidad de qué identidad estamos hablando, yo? yoyo. o en el mejor de los casos de las pitonisas del oráculo de delfos después del laurel hasta yo se cree yoko. yonoloconozco. yo se pone hosco, se pone huraño. yo se escudriña con el ojo acusador del juicio privilegiado. yonoyoko. yonyoko. yokec. yo pierde la paciencia justo un instante antes de encontrar la respuesta a su pregunta. yo no puede dejar de recurrir a su personalidad para sobrevivir. algunos dicen que la personalidad así se contruye, con adaptaciones seguras a las respuestas constantes que nos hace la vida realidad. entonces se contruye el chaleco respuesta yo respondo así a esto. por ejemplo, si pudiéramos programar un animado le pondríamos eso en su codificación, una respuesta ante tal pregunta. cuando la pregunta es siempre algo distinto pero aproximado en sentido se arma un chaleco genérico. si luego se responde siempre de la misma casi manera entonces sucede que uno se convierte en un ser predecible por los que lo conocen. digamos. armó una pauta de respuestas estables, su carácter. si estas respuestas se rigidizan en el afán de automatizar el hábito existencial, lo que se llama también dormir, se dice algo de patología en el sentido de que muchas de estás respuestas son rigideces anticipatorias que esconden la motivación viva y espontánea de los seres de espíritu vital. también está la cuestión de la inteligencia que sabe adaptar qué respuestas a qué otros. el estratega que todos llevamos adentro, algunos lo tienen más entrenado y otros han perdido su batalla en el campo de guerra. también sucede que la inconsistencia de respuestas genera inquietudes en los otros pregunta. lo que no responde consistentemente genera dudas. genera desconfianza. no hay crédito. no hay fé. hay desconocimiento, sorpresa, angustia, ira. esto puede tener dos motivaciones que ocurren, uno puede decir, che, andá y comprate una respuesta de repuesto. andá y conseguite una personalidad que creo se encuentran hasta en los minimarkete chineses. son una ganga. uno puede pensar, che loco, este es más inconsistente que yo, que cagada. como puede ser? che, qué me quiso decir este con lo que me dijo? pues si es lo que entendí es un h d p. pero cómo puede ser? es la integración de los opuestos, el decantado de investigaciones. la síntesis en proceso dialéctico. sucede que se sacuden las escamas cuando un reptil sale del agua para dejar de ser anfibio y con el sol en su sangre todos los días del sol su piel irá mutando en aves plumíferas. se arrastra mucho tiempo por el suelo de la tierra milenaria, lo pica un mosquito de curiosidad, quiere agitar alas volar y ver desde el cielo en tres dimensiones, luego poner huevos y emigrar a otras tierras de cuyas geografías se sacuden los volcanes que mutan con lava su genética y le inyectan piernas y brazos al adn. pronto aterrizar para correr y trepar y cazar. vivir en comunidad asentada,
y el rayo cósmico talló la piedra lenguaje en su cerebro primate. sonido voz la letra tatuada en la garganta cocinó el sentido de su trabajo: manifestación humana homicida. con el lenguaje, la ley acotó su manifestación.
sábado, 13 de septiembre de 2008
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