Ïm so glad to be back

Recién hoy puedo decir que me desperté de lo que dormí del cansancio que tenía. me desperté por un ratito a la mañana, luego seguro seguiré durmiendo para seguir recuperando la energía que presté a los vampiritos demandantes y para descargar toda la memoria ram que tengo que ordenar de alguna manera para entender más allá de estar de vuelta y de estar contenta para qué sirvió todo esto, si es que sirvió de algo que claro que si, me autodigo, no seas pesimistadensa.
Las transiciones entre una vuelta y una ida te dejan en un especie de limbo que te hace perder tiempo. hasta que activaste, te perdiste vagando en la nada. Luego los nervios te juegan malas pasadas que infectan el ambiente de malos ratos. y cuando te diste cuenta, todo ese achaque evitable te tomó parte de la energía que necesitás y el plus peor es el mal recuerdo del que quedan rastros como cuando los barcos dejan una estela tras de si. huellas que luego tomás como pistas para arrancar de nuevo en el lugar del detenimiento. es fundamental entonces que haya construído un dispositivo personal de uso íntimo que nos advierta: ¿qué necesidad hay de arruinar este momento? si es una energía mal canalizada pues al papel, a la tinta, a la témpera, al camino, al grito, y a la bolsa de kickboxing (una almohada viene bárbaro también) los nervios son como los gatos erizados de miedo, un rayo de pura electricidad corriendo sin descarga a tierra más que la mala sangre que te hacés y que le hacés pasar al otro. tirar cosas también sirve, por ejemplo aquello que tengamos a mano, puede ser algo que después no tome mucho tiempo en su reparación, por ejemplo un fibrón, una lapicera, un buzo, un bolso. sin objetivo más que se estrelle en el suelo de la propia gravedad del envión y que descargue en un ruido su impulso volador. y el sentido del humor... bendito tu eres entre los otros cinco sentidos y contando también el sentido de orientación y el sexto sentido de intuición perceptiva del aura proyectada en historia del otro. Este manual de procedimientos todavía tiene que seguir siendo completado, son sólo apelaciones de herramientas para mantenerse alejado de las líneas de combate. y una crónica que repasa momentos que hilan otros momentos.
La experiencia en sí, ¿qué puedo decir de la misma? que los floggers infectaron a la juventud de hoy en día. un flogger es una caricatura producida con artefactos tecnológicos, saben uds. que bailan mirandose los cordones fluorescentes, sin registro del compañero más por la coreografía que improvisan en el centro del salón de baile, en el centro del círculo de los wannabe floggers que no les sale el pasito todavía aunque practiquen. yo misma intenté sacar el paso y es medio imposible, no sé si por vieja o por falta de coordinación motora. es como una especie de caminata en el lugar, un pie le choca al otro y le hace levantar para seguir moviendose en el lugar. es súper importante el outfit para la actuación. anteojos de sol de los más más. pantalón chupin de colores rabiosos, rojo azul verde fluorescente. remera del mismo color. bastoncito de luz con diferentes secuencias según el botón que aprietes. y el famoso flequillo de costado que esconde el resto de humanidad que ahora es una caricatura animé. foto aquí y allá de cada minuto santo de nuestras vidas para luego postearlo y compartirlo, algo así como "esta es mi vida". ojo... qué dificíl es no caer en la publicación de la intimidad, no? cuando no queremos ser solamente anónimos y no nos avivamos que la privacidad no publicada es lo que nos hace libres y seres todavía no del todo controlados por alguien del más allá (el tótem malo). los emos son escasos por el momento, digamos una de sus cualidades además de la depresión crónica es tener también huellas, muestras, de haberse querido quitar la vida. tan chicos y tan suicidas... ¿qué nos estará pasando como sociedad para aniquilar la esperanza del futuro? una larga lista a continuación, puede ser llenada por los analistas sociales y por los militantes, pero yo lamentablemente me quedaré con la inquietud de pensar que debemos estar bien podridos por dentro para generar este tipo de fenómeno...aniquilación encubierta en forma de consumo masivo. en los ratos libres no existía otro pasatiempo más que ir a comprar esto o aquello, y además pasearse por los pasillos del hotel para mostrarse y verse con otros. es lógico. digamos que la edad lo amerita. las hormonas están por el techo y todavía la mayoría no experimentó la verdad del sexo. qué hacemos entonces para acercarnos al otro, pues le pegamos, le molestamos, le escupimos, le saltamos encima, o hacemos guerra de agua o juegos como el verdad consecuencia en donde confesamos quien nos gusta o tenemos la prenda de darle un pico al compañerito de clase. chapar también, en las fiestas contra la pared y con expectadores, como en los bailes floggers. los niños preadolecen. y se revelan contra el sistema militar de colimba impuesto por los coordinadores del viaje, ¿por qué hay que hacer todos lo mismo, al mismo horario, en el mismo lugar, con todos todo el tiempo? qué garrón. ¿dónde ha quedado nuestra subjetividad? si estos marranos supieran que es el desquite directo del resentimiento de estar a cargo de algo en lo cual nos gustaría estar del otro lado, pues sería un caos peor. pero más sincero. silencio, por favor, silencio, que los coordinadores nos hemos quedado sin voz y además estamos agotadísimos por el ritmo que debemos llevar para cumplir con todos los objetivos planteados por la coordinación general y porque además debemos hacer que se diviertan, que pasen el mejor viaje de sus vidas, que sea inolvidable, que acudamos a todas sus demandas una y otra vez... profe, seño, se me perdió el calzón, y ahora qué hago? y eso multiplicado por cincuenta al mismo tiempo con objetos diversos. seño, profe, x me escupió, decile algo...un grito de león y de perro rabioso no basta para generar el silencio y los pibes vienen cada vez más vivos, eso es una bendición también, y en otro punto, la sorpresa de vivir a cada instante se empieza a borrar y a taponar con helados. profe, seño, qué hacemos ahora, que pasará dentro de un rato, a qué hora tenemos que ir a buscar grillos al jardín, cuando nos volvemos y a qué hora salimos, puedo ir al baño, puedo llamar a mi abuelita, puedo tirar un papel volador en el comedor para molestar a fulanito? el discurso es que para "manejar" a un grupo tan numeroso, tenemos que cuidarlos, abogar por su seguridad, no vaya a ser cosa que se rompan la nuca corriendo en los bordes de la pileta o se vayan a agarrar una farangitis por salir sin abrigo a jugar al paintball con lluvia entre piedras mojadas. es contradictorio, por donde se lo mire. el secreto es que los profes necesitamos controlarlos a todos para poder respirar dos minutos tranquilos. Por mi, yo les daría horas libres de pileta y de intercambio con sus compas para que se conozcan y se chapen si es lo que quieren estos niños que preadolecen. pero la verdad es que no se puede porque se desbandan y te dan vuelta el hotel. entonces límite aquí y allá, régimen de colimba, gritos, golpes al tacho de basura. no compartí la idea del maltrato, pero fui cómplice, porque si no sería la próxima víctima que se había ortivado. son los códigos profes, vio. abuso aquí y allá. machismo aquí y allá. ser distinto tiene su precio. yo seguí defendiendo a mis marginales por la costumbre de hacer justicia en donde sea que me toqué formar parte de algo. por otro lado, las pendejas me la hicieron difícil. es una tensión extraña, no soy condescendiente con el dolor ajeno si se mete la justicia en todo esto. los dramones y caprichismos reflejan lo que fui, lo que me enoja. las niñas hacían su diferencia, tenían más onda con los profes masculinos, y yo tenía más onda con los niños que con las niñas, salvo alguna que otra que había entendido que la amargura era solo una capa más de la cebolla que no todos llegarían a conocer. mi trabajo de hormiga entre los chicos, a cada uno de ellos que pude conocer, como me gusta hacer a mi, es un vicio psi y una forma de ver la vida. hubiese querido darle una devolución de lo que veían en cada uno de ellos, no me dio el tiempo ni la estructura y además mi trabajo era minimizado por los egomaníacos de los profes que querían generar la sugestión en los grupos masivos de chicos. tan es así, que yo me acordaba de todos los nombres y sobrenombres de los pibes, pero estos egomaníacos sólo tenían caricaturas y escaso conocimiento de quienes estaban tratando. los favoritismos de la ley de darwin del más fuerte, son los que rigen a los profes. a mi me rigen los favoritismos de los marginales y de los distintos de la masa. las tareas más ardúas eran las que teníamos que hacer las mujeres, y encima en los momentos claves, los tipos no estaban. y una tenía que acarrear con los pibes para levantarlos y llevarlos a buen puerto, y bancarse el rol de cagadas a pedos y de ley absurda, cargar con las bebidas, los tappers gigantes de la merienda, los bolsos, las discusiones y malos entendidos. a estos pánfilos, poco hombres por no decir, egoístas egomaníacos, poco caballeros, abusivos. también tontos, en algún sentido, tuve que reconocer que si no me tenían en cuenta es porque mi inteligencia ( y acá me doy un poco de crédito, el que no me dieron) los superaba ampliamente, simios retrógrados. Se sentirían amenazados por lo distinto, y más si es de sexo femenino. Se armó lío, se sublevaron contra la coordinación general, las mujeres y los ayudantes iban detrás de la línea. Habíamos delegado el poder de alguna manera, también habíamos sucumbido ante la hipnosis de los líderes de la masa. Y porque profe no sos copada como ellos? pues porque no me formé en el regímen militar de la educación física. además, yo soy defensora de la antigimnasia, imaginen que mis valores y mis ideales van en sentido contrario. Sin embargo, los que tenían que evaluar mi desempeño, me dieron crédito y reconocimiento, el que necesitaba para no sentirme vencida del todo. Diferencia de criterios. amplia diferencia de criterios. amplitud térmica. Y qué hay con el clima, días de lluvia son el terror de todo viaje. y ahora qué hacemos con los pibes? y encima a compartir hotel con otros colegios, y otros profes. un garrón. Si el viaje anterior había sido difícil, es entonces porque todavía no había tenido este viaje. Qué les puedo decir, las pruebas son cada vez más arduas hasta que tome la confianza necesaria en mi capacidad y el camino sea cuesta abajo, corra con vaselina.
Ansiaba llegar a casa, al menos para ponerme una pollera y pintarme un poco los labios, cansada de hacer de varoncito explorador, de bruja maníacodepresiva. ansiaba llegar a casa para tener tiempo de individual, para poder despertarme cuando quisieran mis ganas y no el reloj despertador, para poder dormir un poco más que cuatro horas diarias, para no tener que acarrear más con nadie y para ser reconocida con afecto por quien soy y por los que me quieren.