jueves, 18 de diciembre de 2008

negligé

para empezar, encendí un veneno letal, prendí fuego pulmones y glándulas salivales tiñeronsé en papel carbónico, así de tánatos impregnada la escena, emprendí el rescate a la salud mental. No quisiera ni por un momento estar en esos tiempos de la edad oscura de los magos negros. fueronsé y vinieronsé, pero han desaparecido y mil batallas fueron ganadas desde entonces. es costumbre desacostumbrada regresar para torturarse de escombros por el pasadizo sepultado hace siglos atrás. la nouvelle epoque sabe a poco vista en perspectiva desde los colores rabiosos del hoy en día. uno sabe de los perversos que experimentó en su vida que con su mal de alguna manera te hacen bien, si algo de tu espacio esencial no ha sido derrotado por tales tinieblas. es que el enchastre fue tal que tiembla de terror el ser con un ápice de su presencia. ya no le doy las gracias a ningún pseudomaster; me doy las gracias a mi misma, shaking hands, porque fue gracias a ese resto de cordura que pude salir de la muerte, infectada de malamor como estaba por aquellos tiempos críticos. "lo que no te mata, te fortalece" reza la plegaria que quedó. ¿y por qué la insistencia en reversa? es que el enemigo yace dormido, ataca cuando uno está desprevenido. Olvidé casi todo, hasta desapareció de mis sueños y fantasías. si lo nombro, prendo un sahumerio para limpiar el ambiente y hago el gesto persuadida por la superstición. si fueron magos negros vampirizadores, yo fui y volví, ahora maga blanca, pitonisa de alcoba. no les entregué mi alma y mi espíritu aún responde a la voluntad de la luz. mi cuerpo, sólo un vehículo de santidad sagrada. la bruja negra vivía a costa de su presencia a mi lado, también ella ha sido relegada a participar de caricatura de cuento de hadas, humillada por haber perdido su poder martirizador. una vez lo supe, cuando lo recordé, tendría que elegir si elevarme o si hundirme. los deseos desenfrenados de entonces jugaban como juegan los sentidos que engañan. sucumbir a las pasiones a costa de la libertad condicionanda. eran también sustancias las que mermaban la voluntad de salirse de aquellas escenas. sustancias adormecederas que prometían el paraíso para evadirse del infierno que acontecía. otra vez recuerdo la pregunta, ¿acaso no te imaginás un escenario mejor? por entonces no había cabida, no había salida, estaba todo impregnado de morbilidad y pastillas para el sueño profundo. si sobreviví desde antes de venir a caer al mundo, sobreviviría también esta vez. no sirven los arrepentimientos, ni las disculpas, ni las promesas bajo el efecto de los soporíferos. tu condena fue tu accionar y eso no se borra con palabras. me basta con la distancia y con el olvido progresivo hasta la futura desaparición de tu recuerdo en mi ser por siempre. siempre destruiste lo que más amabas, en el limbo vagando miserable y solitario como un fantasma arrepentido es tu destino. que ningún otro ser sucumba ante tu influencia de sugestión ilusionista que promete la salida de escape fugaz por el atajo abúlico de la existencia, dévil ser como gusano de carroña humana. némesis me ata todavía en algún pliegue de esta existencia, hayas conocido a la fuerza del temperamento femenino huracanado que te dejó entrampado en un callejón sin salida, prisionero de tus bajos instintos. Kaliyuga.

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