jueves, 27 de agosto de 2009

inestable interrumpe

porque tengo la maldita costumbre de borrar de un plumazo aquel esfuerzo que empezó constante. borrar de un plumazo por no saber de la espera, suponiéndole una continuidad insoportable y siniestra.
pensé en encontrarle explicación en la información que daba vueltas en el ambiente último y a lo que llegué haciendo conexiones extrañas es a esto: lo rítmico que alberga un reptil en sus nervios son básicos impulsos eléctricos y cortocircuitos de base neuronal.
como dice la canción y tu inconstancia no es algo heroico, es más bien algo enfermo. yo acuerdo.
lo rítmico, lo primordial, lo originario, la reacomodación de las moléculas, la reorganización de la materia. imaginen que la tierra late y mueve lo que en ella se apoya, mueve a un ritmo constante y predecible, acentúa, y con esos sacudones acerca y aleja cuerpos, materia, moléculas, energía, electrones. esto, todo aquello que existe como realidad para nuestros sentidos.
acerca y aleja, comparte y mezquina, cruza y paralela. y cuando el espejo proyecta su especular lente mental, el azar le esquiva la vuelta, y lo espera en la esquina. como un torero que invita a seguir su señal roja, para luego demostrarle que allí no estaba, que siga buscando, por los hastas de su toro.

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