viernes, 28 de octubre de 2011

flechas y rayos

fue un flechazo pronto. quería palabras nuevas. y quería silencios de esos que no se eligen. de esos que nacen sin alternativa porque el placer los ha dejado boquiabiertos, reposados sobre sí mismos. reposados sobre los cuerpos, entre los cuerpos, buscando la mirada, entregando una sonrisa agradecida que lo da todo y ahí fue el flechazo pronto, pero primero fue la electricidad. el rayo de la verdad, el que le vió la cara a dios. cuántas veces. ya perdió la cuenta. porque esas cosas no se cuentan. entonces, empezaron a volverse más sabios los dos, como si juntos hubieran sido alumbrados a un pensamiento nuevo. fue el rayo, fue la electricidad,  fue el silencio.   todo eso y el sabor dulce picante a piel mezclada. y quiero verte pronto. y ya te extraño. pero no es acaso pronto. y qué. y sí. y si. 

martes, 11 de octubre de 2011

cartón lleno



con arnaldo nos conocimos en un antro cerca de la godoy cruz. sonaba música ska y no parábamos de bailar. en un momento, frené porque no daba más y con mi london calling y el cigarrillo para palear la ansiedad, fui a sentarme a un escaparate parecido a una escalera. no buscaba nada, no había mirado a nadie, no tenía ganas de nada que no fuera bailar sola hasta estallar de cansancio y de risa. arnaldo se acercó y amigablemente, empezó una conversación. yo le tomé el pelo al principio y le quise hacer gancho con mi amiga, porque ya lo dije, no me interesaba nada ni nadie, salvo seguir bailando, pero soy una persona amigable cuando estoy contenta. y esa noche estaba contenta. sin embargo, su carta de presentación me interesó. teníamos varias cosas en común -aparentemente- cierta búsqueda artística y espiritual y los años que no vienen solos. al rato, ya estábamos caminando de la mano por la avenida y ya había amanecido. había ciertos detalles que no son casuales a esta altura de la vida, que hacen soñar un poco más allá del ahora. ciertos detalles que toman relevancia cuando dos personas se encuentran, y yo creía que se trataba de un posible encuentro. pero por las dudas, acostumbrada como estoy a los desencuentros y a levantar defensas que se llaman por las dudas, de autopreservación, me quedé quieta y no creí. y sin embargo, pensé, tal vez esta vez, quién te dice... estas cosas llegan cuando menos se las esperan. y también pensé, pará acá. 
en esa quietud del mientras tanto y con cierta prudencia aprendida a los golpes, me concentré en lo que me tenía que concentrar. pero arnaldo, seguía llamando y decía que quería verme cada una de las veces. yo trataba de estar tranquila, centrada en lo importante, hasta que en una de esas veces...

- tenés que saber algo.
- la pucha... sos casado? gay? tenés hijos? sos dealer? te busca la policía?
- pará! no. tenés que saber que está en mis planes irme a vivir a israel. mi familia está allá. 
- y cuándo?
- no sé... primero tengo que construir ciertas cosas acá. 
- entiendo. me imagino que lo que querés construir es pensando en que tu familia crezca cerca de tu familia. 
- si. 
- y decime, arnaldo, disculpame que sea tan directa, creo que te va a incomodar la pregunta porque me incomoda preguntarlo, pero necesito saber: la mujer que elijas para formar una familia tiene que ser judía? 
- sí. si yo pudiera elegir, sí. sería más fácil todo. aunque ciertas cosas no se eligen...
- sienten sé.






viernes, 7 de octubre de 2011

vidrio roto

vivo cerca de una placita hermosa. cuestión que estacionan muchos autos por acá, viendo lo caro que está el estacionamiento en la ciudad. vió? cuestión que desde hace varias noches y días, hay una puta alarma que suena y parece que cada vez que la quieren hacer callar y encender, se vuelve a activar por el arranque de algún que otro colectivo, algún que otro badén de aguita del arroyo maldonado con las cloacas. cuestión que hoy me cansé. le quería gritar algo, pero no diviso de donde viene el apagador y encendedor de alarmas. pero divisé el auto, un auto lindo y muy brillante. pero con un sistema de alarma de mierda. entonces, le pegué un cartelito que espero que haya leido el hdp ése. ratón ya que no pagas por el garage, cambiate el sistema de alarma. no me dio para amenazarlo con tirarle un piedrazo, pero ojalá que lo haya leído. cuando volví del trabajo, no divisé ningún auto molesto. espero que esta vez tenga razón. 

miércoles, 5 de octubre de 2011

xvocada

Sé que la ansiedad es un pulpo que te come la cabeza. Sé que de tantos estímulos, las neuronas tejen caminos inconclusos, que generan razonamientos interrumpidos y después, pensar-escribir se convierte en un puzzle descuajeringado, que sigue caminos equívocos. Sé que eso tiene que ver con tener la conciencia alterada, o  con haber tenido experiencias en las cuales la conciencia empezó a seleccionar datos que ya no eran los típicos datos que sirven para la supervivencia. Datos, estímulos, información. Sé que por eso no puedo construir otra obra que no sea un collage prefabricado, ya digerido por otros. Sé que eso se llama alienación. Supe de la alienación cuando alguna vez ví desde afuera de mi ser, que algo propio y algo ajeno lo constituían. Sé que lo ajeno se llama identificación-yo y lo propio ser-conciencia. Sé que el camino de análisis-autoconocimiento se trata de percibir estos hechos. De realizarme de que soy manejada por eso ajeno, que a la vez, si bien constituye un punto de partida, debe ser deshechado a su debido tiempo, porque me hace padecer. ¿Me hace padecer saberme una imitación, una mímica, un engaño? Me hace padecer el credo. Sé también que es imposible deshacerme por completo de lo ajeno, porque me tendría que pensar fuera de la cultura, y la cultura es inextirpable. Sé que lo propio del ser se llama autenticidad. No tengo herramientas todavía, para descomponer la verdad tras la palabra. También sé, que el disfraz, la careta, sirven para hacer la transición. Y si me pongo a relacionarlo con otras cosas que sé, sé que la dialéctica del movimiento y la quietud son parte del mismo proceso. Acá ya no sé demasiado más y tendría que ponerme a estudiar y practicar filosofía para darle un marco a esta inquietud. 

martes, 4 de octubre de 2011

dancing with myself

si pudiera elegir una manera de dejar este mundo, sería bailando. porque anger is an energy. y la vida indeed lo es. pero no necesito que me prueben los ojos maliciosos, un insight equivocado. qué te importa en qué ando. en bicicleta por el parque centenario. doy vueltas al laberinto que se parece a un cerebro humano y converso con la dialéctica del amo y del esclavo todas las mañanas cuando me pongo al día con el tema de las letras y del análisis. supongo que en una de esas encontraré de qué reirme y será de mi misma. del ombliguismo cotidiano. y podré decir, evitaré si haber causado daño. pero todavía no es auténtica  dicha renuncia si no la imagino extremista y fantástica. en esa fantasía, me fui a meditar a la india porque decidí desear poco y desear poco lo que deseo poco. y vuelvo a hoy. a cero. a resetear la máquina para volver a nacer. como dijeron los ángeles que le borraron la memoria al niño, el niño fue convocado, y eso es responsabilidad paterna y materna. a ellos sí. a ellos que no son una decisión, alguna que otra vez sean una promesa. 

lunes, 3 de octubre de 2011

lo bello y lo bestia



lo bello era libriano. lo bestia también. tenía cara de roberto, pero sin barba. los ojos achinados pero tristes, como de campo. los labios gruesos, la sonrisa perfecta y daba besos zopapa. dejaba la tabla del baño subida. hablaba como gritando. hablaba sin parar, y hacía muchas preguntas. hacía burla de sí mismo y de los demás, estaba en personaje, siempre arriba, como luchando con la inercia de no querer estancarse, y sin embargo, se estancaba la líbido ahí, le iba y le venía el deseo, misteriosamente. son muchas cosas, es la exigencia. es la mediocridad, me decía en tono de intimidad que se confiesa a sí misma. agarraba la guitarra que tenía las cuerdas equivocadas y se zapaba alguna que otra chacarera, pero lo que más le gustaba era el violín de la chacarera. tenía ganas de comerse el mundo, de comerse la ciudad. estaba ávido de experiencias nuevas. estaba ávido y estaba entusiasmado, y se entusiasmó tanto que se la creyó. se la creyó y empezó a descuidar los detalles importantes. se decía egoísta, sin miramientos por el placer del otro. pero a la vez, sin maldad. se decía que más que bueno, de tan bueno, era boludo. y a veces lo era. pero no por bueno, sino por pendejo, por falta de cojones. y sin embargo, sabía poner los puntos. sabía verse a sí mismo, sabía aceptarse imperfecto y abrazar las oportunidades de la vida con tanta alegría que era contagiosa. era agradable estar en su compañía. era agradable y divertido. un poco amoral también, cuando abría la boca, decía cosas innecesariamente difíciles de escuchar. pero no se daba cuenta. se limpiaba las manos en el mantel, aunque tuviera las servilletas de papel frente suyo. se lavaba las manos en ocasiones, se lavaba las manos de irresponsabilidad. y era un pancho. no quería hacer el esfuerzo. prefería comer chocolate y mirar la película, haciendo cucharita, provocando pero dejando con las ganas. y yo pensaba, yo sentía, si venís para eso, entonces andate ya mismo de acá. y una vez se lo dije. le dije, no seas cruel. no seas histérico. qué te pasa. me dijiste a las diez y viniste a la una. qué te pasa. lo increpé con la frustración iracunda de una malco....porque era eso lo que pasaba. no sé, evidentemente, tengo un problema. no te tomés así las cosas, yo te entiendo, no te lo echo en cara y podría destruirte con una palabra si quisiera en este instante, pero no puedo hacerme la tonta, la acá-nada-ha-pasado. te pasa algo. será que estoy con mil cosas en la cabeza, será que quiero progresar. será que vine acá para empezar de nuevo, para librarme de mi padre y de mi pasado. para empezar a vivir mi vida como quiero que sea. será eso. está bien, no te preocupes, pero te recomiendo que veas a un psicólogo. sí. ya sé. yo soy psicóloga, pero me cansa estar todo el tiempo trabajando cuando supuestamente estoy de licencia. porqué tengo que entenderte, porqué esperas que  te explique qué te pasa. querés saber quien sos. ya lo sé. te estás conociendo y te gusta. querés que te diga lo que pienso, te interesa escuchar lo que pienso de vos. te interesa que te diga lo que veo. pero no se trata todo de vos, solo de vos. andá al psicólogo. supuestamente estamos acá, lo bello y lo bestia, supuestamente estamos acá para compartir un momento, un ida y vuelta, no para hacer terapia. sin embargo, estamos acá y damos algo. y esperamos recibir algo a cambio también. pero cuando se da, no se pide. simplemente se da. y simplemente, se acabó lo que se daba.