martes, 11 de octubre de 2011

cartón lleno



con arnaldo nos conocimos en un antro cerca de la godoy cruz. sonaba música ska y no parábamos de bailar. en un momento, frené porque no daba más y con mi london calling y el cigarrillo para palear la ansiedad, fui a sentarme a un escaparate parecido a una escalera. no buscaba nada, no había mirado a nadie, no tenía ganas de nada que no fuera bailar sola hasta estallar de cansancio y de risa. arnaldo se acercó y amigablemente, empezó una conversación. yo le tomé el pelo al principio y le quise hacer gancho con mi amiga, porque ya lo dije, no me interesaba nada ni nadie, salvo seguir bailando, pero soy una persona amigable cuando estoy contenta. y esa noche estaba contenta. sin embargo, su carta de presentación me interesó. teníamos varias cosas en común -aparentemente- cierta búsqueda artística y espiritual y los años que no vienen solos. al rato, ya estábamos caminando de la mano por la avenida y ya había amanecido. había ciertos detalles que no son casuales a esta altura de la vida, que hacen soñar un poco más allá del ahora. ciertos detalles que toman relevancia cuando dos personas se encuentran, y yo creía que se trataba de un posible encuentro. pero por las dudas, acostumbrada como estoy a los desencuentros y a levantar defensas que se llaman por las dudas, de autopreservación, me quedé quieta y no creí. y sin embargo, pensé, tal vez esta vez, quién te dice... estas cosas llegan cuando menos se las esperan. y también pensé, pará acá. 
en esa quietud del mientras tanto y con cierta prudencia aprendida a los golpes, me concentré en lo que me tenía que concentrar. pero arnaldo, seguía llamando y decía que quería verme cada una de las veces. yo trataba de estar tranquila, centrada en lo importante, hasta que en una de esas veces...

- tenés que saber algo.
- la pucha... sos casado? gay? tenés hijos? sos dealer? te busca la policía?
- pará! no. tenés que saber que está en mis planes irme a vivir a israel. mi familia está allá. 
- y cuándo?
- no sé... primero tengo que construir ciertas cosas acá. 
- entiendo. me imagino que lo que querés construir es pensando en que tu familia crezca cerca de tu familia. 
- si. 
- y decime, arnaldo, disculpame que sea tan directa, creo que te va a incomodar la pregunta porque me incomoda preguntarlo, pero necesito saber: la mujer que elijas para formar una familia tiene que ser judía? 
- sí. si yo pudiera elegir, sí. sería más fácil todo. aunque ciertas cosas no se eligen...
- sienten sé.