sábado, 14 de julio de 2007

una noche estrellada




Joaquín Sabina es un sabio con voz ronca que canta la verdad sin máscaras en el culo. Su lírica criminal asesina hipocresías guardadas bajo la alfombra. Vinagre en las heridas. Fugitivos del deber... y tiene nombre de mujer...
Dos canciones Dos, quisiera poder transcribir tantas canciones de Sabina, pero sólo elijo estas...

CALLE MELANCOLÍA (1985)
Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
busco acaso no encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
ya el campo estará verde, deber ser primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
vivo en el número siete, calle melancolía.
quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
trepo por la tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
vivo en el número siete, calle melancolía.
quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.

AMOR SE LLAMA EL JUEGO (1992)
hace demasiados meses
que mis payasadas no provocan tus
ganas de reir.
no es que ya no me intereses
pero el tiempo de los besos y el sudor
es la hora de dormir.
duele verte removiendo
la cajita de cenizas que el placer
tras de si dejó.
mal y tarde estoy cumpliendo
la plabra que te di cuando juré
escribirte una canción.
un dios triste y envidioso
nos castigó
por trepar juntos al árbol
y atracarnos con la flor de la pasion
por probar aquel sabor.
el agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama el juego
el el que par de ciegos
juegan a hacerse daños.
y cada vez peor
y cada vez más rotos
y cada vez más tu
y cada vez más yo
sin rastro de nosotros.
ni inocentes ni culpables
corazones que destroza el temporal,
carnes de cañon.
no soy yo, ni tu , ni nadie,
son los dedos miserables que de dan
cuerda a mi reloj.
y no hay lágrimas que valgan para volver a a meternos en el coche donde aquella noche en pleno carnaval te empecé a desnudar.
el agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño.
y cada vez peor
y cada vez más rotos
y cada vez más tu
y cada vez más yo
sin rastro de nosotros.

Quiero evitar los malos entendidos del doble discurso. Si elijo estás canciones es porque hoy me permito aparecer en el encuentro con mi soledad, y no se trata de las relaciones humanas, o si y justamente sin golpes bajos ni llantos dramáticos, estoy bien, en mi intimidad y aprovecho para reencontrarme con espacios de mi infancia, con espacios de mi vida y con renovadas esperanzas. Ha pasado la tormenta. Como dice Drexler, se va se va se fue, y se refiere directamente al dolor.
Renovarse es cuestión de tiempo, y es cuestión de haber sembrado las semillas correctamente y a conciencia. Creo como ya dije tantas veces, que he pagado mis deudas. Las he pagado una por una, las he pagado con culpa y remordimiento, pero no solamente. Las he pagado no sin dolor, pero con la posibilidad de pensar en el presente y en el futuro inmediato, lo que implica darse una oportunidad, y como suena tan tonto pero es tan cierto, a soñar para bien. Lo que quiere decir que el camino fue necesario y sus frutos resultan brillantes colores en saturación plena. Cuando la desesperación nos conduce, pues no se puede pensar ni en un futuro inmediato. Cuando la desesperación cesa, calma, cura, renace la fortaleza con esperanzas. Ojalá estás palabras no estuvieran tan trilladas, y se utilizaran con conciencia más a menudo. Puedo afirmar con certeza que florece el árbol de cerezas en Japón, mientras el niño es instruido por su maestro. El niño ha crecido y quiere ver las flores del cerezo con sus propios ojos. Y aún así sabe que pararse sobre sus propios pies y conducir sus propias piernas a pesar del temor y del temblor, es su deseo. Lo que dejará atrás es lo que sus pies caminen cuando él de un vistazo a las huellas que han dejado esos pies, pero no volteará su cabeza porque en el horizonte florecen las flores en rosado de cerezos.
Las pálidas lloronas han quedado atrás llorando sus huellas. A caminar se ha dicho mientras eso se mueve. En mi vida por suerte y por bendición tengo amigos, y quiero tener aún más amigos. Y quiero fortalecer los amigos que me acompañaron en mi historia. Ya lo dije antes, mis deudas y mis equivocaciones atras se entierran a cada paso. Ahora puedo pintar en colores primarios un ojo que espía los océanos de fuego, y puedo cantar a sabina, puedo escribir mil cosas no todas dignas, pero mías. Y puedo honrar a mis amigos también. Hoy elijo así hacerlo, porque el tiempo libre de ocio, me ha permitido acercarme a ellos. Y estoy contenta con lo que se ha forjado. Y con las posibilidades se seguir creciendo juntos. No vale la pena perder a los verdaderos amigos, y cuantos más sean mejor. Y cuanto más diferentes sean sus mundos mucho mejor. Yo les podré dar a todos ellos lo que he aprendido durante este tiempo. No soy la misma que ayer por suerte, y ahora estoy en condiciones de dar genuinamente porque he luchado mis fantasmas terribles y oscuros, me he aislado en la caverna a ver sus reflejos, los he conocido, los he entendido, los he apropiado y los he disciplinado. Me queda aún mucho más camino por hacer con respecto a esto, pero lo que ya hice lo quiero compartir con los que quiero.


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