T a r o T

Tengo una costumbre supersticiosa, varias costumbres supersticiosas en realidad, que provienen de una aficción que se remonta a la infancia más temprana: la aficción por la lectura de libros esótericos que podía encontrar habitualmente en la biblioteca de casa, en ese momento Arroyo 1228 (con rima de osho y todo). En realidad, había libros de todo tipo, entre los cuales elegía una y otra vez aquellos que se trataban de la astrología babilónica y china en principio, de la numerología básica y kabalística por entonces, de la quiromancia práctica y teórica algunas veces, de la enciclopedia Salvat, de la simbología jungiana inconsciente, de las historias de aquellos y estos jesúes, mahatmas, hindúes, zenzeis, budistas, de santos y griales, de profetas y anacoretas, del principio del uno, del infinito y del cero de la nada.
Consulto diversos oráculos vernáculos. Tarot, Runas, Astrología, Numerología. Las logias de los unos y de los otros me convocan pensamientos originales y contribuyen a la confusión de Confucio. No puedo dejar de ver la realidad en esos términos también, en esos lenguajes alternativos y conceptuales. Ysi. Hay que afrontarlo: algunos me tildan de ingenua, de obsesiva cazadora de azares, de loca lunática y solar, venusina aunque plutoniana. Me tilden de lo que me tilden, he sido contaminada por estos saberes y no puedo ocultarlo con demasiada frecuencia. A algunos más que a otros y a pesar de todo casi siempre se mantiene en reservas. Es sólo cuestión de códigos, sólo se comparten cuando me encuentro con gente que también los comparte de alguna manera. O sea, hay que saber con dónde y en quién. Más allá de estos códigos y estos lenguajes, la inquietud data de más profundo. Y no es expresable con palabras. Como Boca Juniors y el Peronismo, es un sentimiento que corre a través mis venas genealógicas. Puede resultar contradictorio e irracional, y más allá de esto de los resultados, es lo que es.
Toda esta intro no es en vano. Tiene sus razones de ser, aunque se pudo haber extendido más allá de lo que intenté al comienzo. La costumbre supersticiosa de la que hablaba se trata de la tirada de tarot semanal en forma de cruz celta, extraída de una página de internet www.guruweb.com. Está en portugués, pero se entiende bastante más allá de las palabras lo que me interesa. De paso, se difunden estas imágenes que tienen raíces humanas compartidas. Se trata de símbolos, ni más ni menos, y de posiciones. De escenarios y de personajes. De tiempo y de espacio. De mitos, de arquetipos. De escenas psíquicas proyectadas hacia afuera consonantes hacia adentro.
Ahí Va el DejaVu:

I= EL COLGADO (momento presente)
Es el Arcano XII. Pende de un cuelgue, desde uno de sus pies hacia abajo.
sacrificio voluntario
inmovilidad





II = LA SACERDOTISA (obstáculo)
Es el arcano II. La papisa que reina en las mareas inconscientes. Ley materna.
superar miedos, asumir emociones.

III = LA TEMPLANZA (factores externos)
Es el arcano XIII. Un ángel que mezcla dos aguas en movimiento.
mudanzas armoniosas y graduales
beneficiosas





IV = LOS ENAMORADOS (motivación inconsciente)
Es el arcano VI. Conciliación.
profunda necesidad de escoger
divisiones internas




V = EL EMPERADOR (influencias pasadas)
Arcano IIII. Ley Hombre.
represiones y bloqueos
VI = EL LOCO (futuro inmediato)
Arcano 0. El niño que vaga sin rumbo.
confusión






VII = EL ERMITAÑO ( actitud consultante)
Arcano VIIII. El viejo ermitaño en la cueva con su lámpara.
silencio
no words






VIII = EL SUMO SACEDOTE ( visión de otros )
Arcano V. Ley Paterna.
sabiduría
consejos en momentos difíciles
IX = EL DIABLO ( esperanzas y temores)
Arcano XV. Un ángel obseno encadenado a sus pasiones.
asumir deseos con corage






X = EL SOL ( descenlace de la situación)
Arcano XVIIII. Un gran sol que salpica a sus hijos.
el éxito
la felicidad