martes, 22 de septiembre de 2009

odio los clishés pero...CARPE DIEM

no. no significa "garpe bien" ni "garpe diez". ni tampoco que la carpa se murió ayer. sí. combina con la palabra RÉQUIEM. y de alguna manera, el sentido del título de la película Réquiem para un Sueño, podría venirle como anillo al dedillo de la frase. por qué. pues: enterramos las ilusiones de una buena vez, que en paz descansan todas ellas. lloramos su amarga despedida, eso que nos pasa cuando nos sentimos estafados, habiendo sido nosotros los creyentes, porque de algo hay que vivir -y qué mejor que de sentidos, de proyectos, de ilusiones, de anhelos, de ...- y honremos cada -fucking- día. (lo trash in english please, i said i hate clishés)
a lo que iba, y la mona ramona se va otra vez por las ramas, es que las palabras son un goce que estiran mi vida de sentido. si yo no pudiera hablar ni escribir, me dedicaría a meditar todo el día en silencio en una cueva para encontrarme con todas aquellas ilusiones que me hicieron padecer alguna vez, con ese dolor que sentimos los seres humanos cuando nos da miedo perder algo, el cambio mismo y la nada que ni siquiera conocemos. yo no sé uds. pero yo esto yo aquello yo lo otro. yo soy un cuerpo que está hecho para saciarse y quejarse de sensaciones que me conectan con la realidad de frente. el tema es que nací en occidente y mi cultura me impregnó hasta la médula nerviosa de creencias y valores y cosas que tienen nombres y palabras por donde se las mire, huela, toque, oiga, guste, sepa. y si bien en estos tiempos se empezó a hacer un popurrí de saberes con otros hemisferios cerebrales, quién sabe para qué, sucede esta mescolanza, pero sucede. tal vez favio serpa tenga razón y las predicciones de los mayas también y las películas del fin del mundo quieran que finalice y los gobiernos no sirvan para un carajo hoy en día. y algunos pretendamos que el caos, algo tan humano como el kaos, esté ordenado y seamos una nación universal y feliz agarrados de las manos orando y amando, pero la destrucción la traemos nosotros. y la destrucción la creamos nosotros. y en estos tiempos, hay cosas que cambian tan rápido que nosotros tenemos que aprender a entender este fin - no como un apocalipsis, sino como una flecha con dirección a transformarse en su trayecto. mejor como un círculo. incluso mejor si es un espiral.
quién dijo que la lucidez no traería primero espanto a nuestras vidas, luego quién sabe.
alguien dijo que mejor la mediquemos para hacerla más tolerable. otros dijeron que preferían drogarse. algunos se fueron a córdoba a meditar con la estatua de la fortuna de buda por si los ojos se daban vuelta. muchos prefirieron acostumbrarse a lo establecido. aquellos buscaron el poder público para mostrar su influencia.
todos buscando algo.
pero el trayecto, humanos, el trayecto... no es para los rígidos clishés humanos. ni para los abyectos policías urbanos.

en honor a ti, Horacius:

CARPE DIEM QUAM MINIMUM CREDULA POSTERO
carpe diem quam minimum credula postero

no admito la traducción, no dejes para hoy lo que puedes hacer mañana. digo, no es a fines capitalistas, sino en honor a aquellos que habiendo nacido en oriente y en occidente, lo transmitieron en sus diversos lenguajes para difundir el mensaje, sabiendo que al monje lo hace la práctica. y que la práctica hace monjes.

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