sábado, 13 de marzo de 2010

consentido

si. dicen que son mejores y sus actos les hacen silencio cuando el ritmo los apura desprevenidos. cuestión de swing, también le dicen. esas cosas que se prometen porque el aire es gratis. o meramente un juego que no hace más que criticar aquello que lo inmoviliza en busca de la imposible perfección del deseo. escurridizo como pez mojado. y tan agudo y tan sensitivo como pinche de aguja, buey. no mames. alguien buscaba a alguien y lo encontró. allí, into the corner of wisdom. just in time to fuck up. y a mi que me interesa, dice carozo. narizota ya le está arrojando el cascote de ladrillo de construcción para matarlo de antemano. y a mi que me interesa. le hace hombrito el compañerito maleducado, seguro que es hijo único, no sabe compartir. hay que hablarle ojo a ojo, diente por diente. total, qué mejor que mejor que el valz que baila la necia y el ciego. no quieren entender y no hay nada que entender. es lo meta, metalo, metelo, metapsicología, metalenguaje, metafísica. por ejemplo, y qué me importa no gustarte, o por ejemplo, que lo quiere, café mate o te quiere. yo también quiero te. con leche y mucha azúcar. o por ejemplo cuando einstein se imaginó que borges leía los espejos como a los libros alrevés y al derecho, te salió medio zurda la piba, che. si. no fue nuestra intención, jamás le transmitimos nuestro accionar en el tiempo, lo que hicimos fueron actos de educación puericultural, sin querer y la chicita se quedó loca. le dimos si, una biblioteca cerca de su habitación, un altillo con papeles y libros de la universidad de los setenta junto a cartas y diarios íntimos de la época en que el hombre llegó a la luna. si. una ventana redonda que espiaba y se escondía mientras miraba las playboy del tío milico. adoptó la costumbre de comportarse como una eightypornostar. ya no estaba en ningún lado cuando llegaban del trabajo cansados de ser esclavos pero con la violencia de la culpa. o al revés. un martillazo rompió el vidrio del escritorio verde langosta. una atropelló a la mascota de la mala suerte por la miope razón del apuro. cinturonazos a mansalva. gritos y llantos forjando la humillada y orgullosa ínfima autoestima. no me mientas, ante todo, la verdad. no importa si no es con amor porque dicen que la verdad es cruel y está desnuda por eso cerrá un ojo y el otro guiño. coscorrón en la oreja, te quedó doliendo hasta el día de hoy la paranoia.