martes, 13 de abril de 2010

pólvoro en chimongas

Los aplausos que siguen a la lluvia, because always a little rain must fall; they make me happy. I want to make them happy. Devolver, en vez de la otra mejilla, el fuckyou y la carcajada, aleja a los malos espíritus. Al fin y al cabo, aquellos que elijen permanecer alejados son quienes tienen el problema; yo ya hice mi trabajo de perdón y misericordia -entre el misterio y la miseria, un cartonero lleva sus objetos en el carro hasta la fábrica, materia prima para la desintegración reintegración que contribuye algo nuevo- No les deseo lemalnilebien. Les deseo honestidad. Tal como me la deseo a mi. Me siguen doliendo, pero ya casi nada. No te puede querer todo el mundo, ni siquiera aquellos que dicen quererte realmente te quieran. Hay que ver las acciones. Eso habla por las personas. También los prejuicios. Tuve muchos para defenderme de aquello que yo sentía cuestionaba mi identidad en relación a la diferencia, pero los absorví. Ví mis fantasmas. Les tendí una trampa. Encontré el mecanismo disperso en partes iguales. Luego lo volví a fabricar y entonces le agregué una advertencia a la conciencia de ser para reconocerle. Digamos, como si fuera programadora de mi propia psiquis, un signo, una señal, indicando por dónde era la pista, así lo desactivaba a tiempo. Quise ver más allá. Y si interrumpía la repetición, qué habría detrás de eso. Esa curiosidad motivaba mi acción novedosa. Como científica de su propio metal introduje la variable alternativa. Tal como cuando experimentaba con ingredientes en la cocina de mi alma y en el jardín de los comensales, con glicinas, madreselvas, arenas, campanitas, luciérnagas, gatas peludas, agua, tierra, excrementos de perro, piedras de canto rodado de la construcción que jamás culminaba. Las cadenas atadas en el fondo, los ladridos de los vecinos, el pasto fresco y el pasto seco. Los ciruelos y el limonero. Los tomates que me dio mi abuelo con el consejo de que no se fueran en vicio. Secreto que almacené desde entonces. TataDio saluda abrazando al sol. Una cruz son cuatro cuadrángulos. Es el pecho abierto. Disparen. Me rindo.

1 comentario:

Blogger dijo...

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