jueves, 26 de junio de 2008

alfonsina y el mar



Hay un juego al que muchos juegan que es aquel de consultar el azar. Se puede utilizar diferentes objetos con significados para sacar algún tipo de código o mensaje que andamos queriendo escuchar de alguna manera y así lo evocamos y nos devuelve algo desconocido que habremos reconocido. Así me puse a jugar con el libro de antología poética argentina y abrí en Alfonsina sin saber que era ella quien me había convocado. (Qué cursi me he vuelto con los años... ) acá demanda una y como no le responden lo trata de piedra indiferente al otro, exponiéndole su fóbica movilidad. Contradicción. Paradoja. Fantasma. Oxímoron. Anagrama. Pero ¿cuál es cuál? ¿cuál es la verdadera? ¿cuál es la definitiva? ¿quién es quién?¿cómo?¿cuándo? no sé, no escucho, no quiero saber, no quiere saber. dice que no quiere saber, pero denuncia que ya sabe aquello de lo que no quiere saber.

EL DIVINO AMOR - ALFONSINA STORNI

Te ando buscando, amor que nunca llegas,
te ando buscando, amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.

Las tempestades mías, andariegas,
se han aquietado sobre un haz de espinas;
sangran mis carnes gotas purpurinas
porque a salvarme, oh niño, te me niegas.

Mira que estoy de pie sobre los leños,
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde.

Sálvame, amor, y con tus manos puras
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.


¿ Y TU ?

Sí, yo me muevo, vivo, me equivoco;
agua que corre y se entremezcla, siento
el vértigo feroz del movimiento:
huelo las selvas, tierra nueva toco.

Sí, yo me muevo, voy buscando acaso
soles, auroras, tempestad y olvido.
¿Qué hacés allí, misérrimo y pulido?
Eres la piedra a cuyo lado paso.

No hay comentarios.: