miércoles, 2 de junio de 2010

el desconfiado reptiliano

La interzona de reptiles sodomizadores tiene oscuros laberintos como ojos huecos y secos. Hay mitos y leyendas del estadio de la pretierra que narran hoy a través de pesadillas trasmitidas por la nueve televisión, chamanes polisexuales y pacientes que tienen que contar la prehistoria del caldero de los volcanes. Dicen que hubo primero una niebla constante y constante lluvia que no permitía acercarse a la estrella solar. No existían los modernos anteojos papas cuadrillé por entonces. Existían seres inocentes e integrados mujerhombre. Tal como lo cuenta el banquete que habla de filósofos y amantes eternos. Por entonces, hubo una invasión a la donovan y diana que tenía la misión de Venir a esclarecer aquello que mejor permanecía integrado. Pero había que hacer los experimentos porque la mente, la intelligenztia, era el valor supremo. No concebir que un grupo de nómades o sedentarios indiecitos pudieran convivir en equilibrio pidiendo permiso por sus matanzas así volvieran a la fuente de donde habían sido creados era una cuestión de raza dominante y belicosa. Fueron los valores que nacieron de la pirámide solar. Se nutrían de los efectos desérticos del Nilo por etapas de inundación o sequía. Claro, para los seres con sangre fría el sol es un bien tan preciado como que corra ese gas líquido de la galaxia gélida por sus venas. You know that reptils are not friendly attached to the semejante. Seres que no fueron hechos para acariciarse. Basta con haber tenido una mascota tortuga sin pestañas y con hibernación en caparazón, de esas que se escaparán de la caja de zapatos hacia el baldío más cercano del terreno más próximo sino se suicidan antes sin darse cuenta a través de los barrotes del balcón del séptimo. El experimento era una intervención como esas que hoy día se realizan en burbujas de látex con luces de neón y zumbido de moscardones. Imaginen al superflúo pero genial andy warhol con la peluca bien blanca bien einstein filmando los insignifantes objetos puestos al consumo incesantemente desde sus lentes culo de botella. Había que estar en la alta ola todo el día porque la realidad era tan deprimente que mejor observar un caja de fósforos durante horas, admirando los colores del fuscia naranja de las cabecillas. El experimento fue primero separar a las criaturas con la promesa de convertirlos en dioses. Pero primero había que trabajar para el emperador. Cavar túneles para extraer de la corteza metales que brillaran y pudieran generar la ilusión de brillo constante. Acumular sin sentido ni respeto por aquello. Al verse cara a cara cuerpo a cuerpo hombres y mujeres se enfurecieron por la diferencia. No estaban preparados. Les habían metido el perro y ellos, creyentes, pacíficos, se dejaron engañar fácilmente. La mente no llegaba a especular porque no había lenguaje. Jamás imaginaron que irían a ser embaucados por los milenios de los milenios. Esa fue la primera y cruel traición. Y tuvieron que introducir lenguaje, pero el lenguaje lleva a los malos entendidos. Antes las cosas eran instantáneas comunicaciones telepáticas. Ahora eran fraticidios de un dios frágil y envidioso como los ojos hipnóticos de una serpiente. El reptil vive de miedo en miedo. Está preparado para ser solitario y tragarse al más pequeño. Está preparado para atacar por si las dudas. Y se mueve poco, pero tiene reflejos increiblemente veloces cuando huele el peligro de la diferencia, siempre como una amenaza.

"La propiedad se asustó
al ver que él no era ya el mismo;
dos nombres para una sola naturaleza
que ni dos ni una podía llamarse.
La razón, en sí misma confundida
veía unirse la división"

"... " (Un Mundo Feliz, Aldous Huxley -creo extracto del librote roído de John: ¿Romeo y Julieta?-)

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