sábado, 24 de julio de 2010

minutero

Mochila pesada la del taxista. Cuanto más conoce a la gente más quiere a su gato y a su perro miniatura. A su novia, le toca el pasaje libre del llavero cuandoquierasubítealdpto. Más ganas de esconderse del día de sus vecinos, de vivir la noche entre desconocidos. Se iba para misiones así traía en tren la mochila con la piedra prometida, la paraguayita incondicional de los ramoneros. del neurobotiquín pornógrafo, a la poesía erótica.

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