sábado, 26 de febrero de 2011

mañana es campestre

go with the flow
it´s called spontanea serenddipity

las hojas de cedrón fresco, la salvia que no me gusta como huele pero sí al tacto suave y áspero, el romero perfumando las flores violetas que tiene en sus tentáculos, la buscapina de la hepatalgina para las alpargatas y para la angina, el oreganito, el laurel que te confundís con las hojas de la coca. y algo de menta joven.
en agua refrescan la sed. en el alcohol lo saben los benedictinos. con fernet y en córdoba bailás cuarteto sin parar y toda la noche ya te transpira hasta el cerebro.
las ovejas parecían parte del cardúmen de cardos, viste los que tienen la flor lila casi violeta. había una oveja negra, la cordera le decían. un poco guacha al principio porque la madre oveja no se podía parar después del parto y no alcanzaba a darle de mamar. y el otro cordero boludo. las bolas le llegaban hasta el piso casi que se las pisaba. se escondían pero al guarecerse en algún árbol te observaban como curiosas. tienen los ojos a cada costado y el reflejo es tan límpido que te da un poco de miedito. pero son la inocencia en persona.
los gallos pintos y los gallitos de pelea salteando las jaulas en escalera para establecer algún tipo de escapatoria a tanto nervio junto. la ansiedad de la próxima piña. una de las gallitas, la blanquita, salió disparada haciendo semejante disparate hasta que encontró la salida entre los alambrados y los yuyales.
fui hasta el caballo blanco de don luna. y no es joda, luna es gordo como una luna y su caballo es blanco como la luna. quise establecer algún tipo de contacto animal con el semejante recordando aquellas tardes que me enseñaron a sacarle el miedo a los caballos. es cuestión de confianza. son seres muy delicados pero fuertes imponen el porte, como nobles no semejantes.
no daba para andar hoy. me fui a dormir una preciosa siesta.

No hay comentarios.: