lunes, 28 de abril de 2008

sálsara

= o la salsa rara
de roja cara

me aflige la soberbia, la crueldad y el maltrato. soy justicia sol y muerte.
he sido soberbia, sé de subirse al caballo y treparse la palmera
y la tolerancia tiene límites, como la intolerancia tiene tope.
he sido cruel, con palabras, con silencios, con fantasmas y hechizos, y en actos
y el remordimiento fue auténtico cuando sacrifiqué aquellos deseos inconsistentes.
he maltratado, sé qué siente un humillado cuando humillase a sí mismo, y que siente
el maltratador cuando tiene la chance de usar su látigo: sutiles sus lenguas, torpes y brutales sus ignorancias.

defendí al niño de los crímenes de sus adultos
defendí a la mujer de sojuzgarse a si misma
defendí al inmigrante porque mi sangre también viajó en barcos océanos campos trenes caminos
defendí cuando aunque no me lo pidieran
actuando desde aquel recuerdo memoria
que transitó todas las posiciones
entregué orgullo determinada a desprenderme del desasociego de la soledad inevitable
pues porque comprendí que ese orgullo era la razón de la prisión del aislamiento
jugué mis cartas
tiré la última moneda al cielo
no me importa si seca o cara
mientras sea lo mejor que de eso sea.


cuando aquello en lo que creías íntimante, cae,
la realidad inminente se dinamiza, se pulveriza.
ya nada puede tomarse por sorpresa.
los códigos han cambiado.
tu así lo quisiste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De todo me quedaron tres cosas:

La certeza de que estaba siempre comenzando,

la certeza de que había que seguir y

la certeza de que sería interrumpido antes de terminar.



Por lo tanto debemos,

hacer de la interrupción un camino nuevo,

de la caída un paso de danza,

del miedo, una escalera,

del sueño, un puente,

de la búsqueda...un encuentro.



Fernando Pessoa

LuLú dijo...

Pessoa y su poesía que condensa simpleza y sabiduría...
me acordé de

CRUZA EL AMOR COMO UN PUENTE
(mejor danzando que de pies juntos?)
pero definitivamente de la búsqueda, un encuentro...