jueves, 11 de septiembre de 2008

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Para dejar testimonio de las energías presentes en el festejo.



Para dejar testimonio del lemon pie, en ofrenda a mis invitados, que fue realizado con todo el amor y la música disponibles la misma tarde previa en tanto el merengue suizo se me aguo con la humedad de baires, pero el sabor, se puso mejor con los días. "Superstición, eso es lo que mata a tu amor, siempre desear nunca tener, lo mismo da morir y amar, siempre temblar nunca crecer, eso es lo que mata a tu amor, lo mismo da morir y amar, siempre llorar nunca reir, lo mismo da morir y amar, eso es lo que mata a tu amor".


Para dejar testimonio de los ojos gatunos de Lilo o Rubén, el gato que hizo de juez de paz para que sea una noche de paz, además de que los sahumerios de Mirra no dejaron de prenderse, la idea era promover que las almas de los presentes se elevaran por sobre el alcohol y la yerba buena.
Para dejar testimonio del transcurso del tiempo, la flor se seca aún en su maceta en el mismísimo lugar que tuvo lugar un mes antes. Es una flor preciosa aún cuando está muriendo, para luego dejar un parte de su matriz para formar nuevas flores para los años venideros. Y qué mejor que un precioso tulipán de origen genético holandés. Lugar que visitaré, prometo, conoceré, amaré y volveré a visitar en algún momento de mis proyectos futuros que quiero se concreten.

Para dejar testimonio de los deseos que ardieron en el jardín interno de la casa un día después de haber sido deseados, escritos, velados (y aunque me costó contener las ganas de leerlos, me abstuve porque no se jode con los deseos de la gente y mucho menos con la fé) ardieron.

Para dejar testimonio del vigésimoséptimo aniversario (en tiempos medidos por el astrolabio de Gregorio y sus sucesores actuales establecidos): una excusa perfecta siempre hay para festejar que estamos vivos, que nos queremos y que nos seguimos encontrando y desencontrando.
Este es el cartel que preparó Marce (sospecho que con ayuda de Joaqui?), con la idea de que los invitados dejaran algún testimonio de su visita por Apolinario de aquella velada que se extendió hasta muy entrada la madrugada del día D. Todavía sigue colgado el cartel, porque me gusta como queda en la pared.