miércoles, 18 de febrero de 2009

el quehacer de las circunstancias

transmite desde las oficinas del pavimento capitalino:
un ser indistinto, que se pone el traje de las hormigas capitalistas en horario administrativo de lunes a viernes de nueve a dieciocho.
digame hormiga, ¿y ud. que piensa del transporte público?
que es una amargura, un garrón, que cada vez cuesta más y ganamos cada vez menos, que la inflación tiene inflamados los números y nosotros la paciencia, por no ser groseros, disculpe ud.
hormiga, ¿ha intentado organizarse con sus compañeras hormigas?
no, por el momento no. no tengo tiempo para esas pavadas. además, no sirve de nada, todos estos activistas que se juntan a deliberar si si o si no lo hacen para perder el tiempo de productividad y yo la verdad es que hoy en día debo cuidar de la bendición de tener trabajo, ¿no le parece? ¿mire si me tienen vigilada?
vigilada debe estar, si se la pasa todo el día colgada del facebook. ahora más allá de eso, ud. sabe que el trabajo es un derecho y no una bendición del cielo, ¿no? el trabajo también es una obligación, supongo que acordamos en eso. pero si ud. leyó la constitución del hormiguero debe estar al tanto de este hecho fáctico.
mire Sr. reportero, yo le comprendo su deber de ciudadano de informar a los legos y de educar para los derechos, pero con esa actitud no va a llegar muy lejos.

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