martes, 10 de febrero de 2009

minuciosas menudencias mezcladas

ella lo extrañaba cada mañana al partir. cada mañana era una lucha almada de pensamientos que no la dejaban respirar alivio. era como la indefensión de un adulto que se siente abandonado cada vez, como si fuera un niño aún dependiente de sus cuidadores. ese había sido siempre su problema, el inconformismo de base que inquieta la estabilidad. era una renuncia previa pensada justo antes de firmar el contrato: la famosa duda, la fantasía de arrepentimiento, el temor a la correspondencia, la inevitable fuga. es que la carencia temprana genera este tipo de fenómenos posteriores. qué implica esto: el ser del orígen es un ser sumamente permeable a todo tipo de estímulo, especialmente perceptivo, especialmente receptivo y vulnerable. el ser nace al mundo. el mundo lo precede y lo trasciende. pero no es indiferente a su paso por él.
( acá siempre hay que pensar en los tres tiempos: universal, particular, singular. o sea, todos los seres nacen, algunos son vulnerables más que otros -es decir, todos los seres son distintos- y entre todos los seres y cada uno se generan distintas combinaciones de habitar el espacio y el tiempo de estar-en-el-mundo)
la situación misma se puede repetir casi infinitas veces por decir un número imperceptible para nuestros sentidos, las coordenadas del tiempo y del espacio son los particulares que juegan en ese universal, y de allí el prototipo que enjendra cada singular historia.

la inseguridad de base, por ponerle un nombre a la fórmula de la carencia del ser vulnerable que se trata hoy con nosotros, es una sensación de interrupción inconstante. encontrar un centro que a la vez sea permeable pero a la vez pueda seguir su curso orientado es una vivencia que se da de vez en cuando, no se sostiene por sí misma, sino que el cursor late a sus vibraciones instantáneas. y hay que generar una contrafuerza que le recuerde dónde y cómo está, quién es y eso será suficiente para permanecer en el centro sin dejarse impactar por los pensamientos que se le cruzan todo el tiempo. de algún modo, el creyente impresionable que se identifica con cada emoción humana que haya generado en su vida por primera vez. estar sometido al devenir del otro sin poder diferenciarse por si solo. y que esta diferencia no resulte una catástrofe de destrucción masiva. una negación de si. por eso muchas veces la vivencia del despegue o desprendimiento puede ser vivida emocionalmente como un despedazamiento de su identidad. una parte parásita o sanguijuela que se resiste al destete, pues porque sus músculos no han tenido la continuidad suficiente para generar una confianza de práctica -esto es la vivencia de una continuidad interna- y debe reaprender muchas de las funciones básicas de un ser humano. un salvaje, un nativo, una natural criatura que no ha sido del todo domada con disciplina pero es dominada muy fácilmente por su indefensión sorprendida.
en el tiempo que ha perdido hasta que se recupera de su recuerdo encarnizado porque aún no ha sido del todo domeñado, convencido de sus capacidades actuales, en el tiempo dedicado a la pérdida, al pasado, al otro y a la misma posición que ya no le sirve ni le cabe, pierde su posibilidad de acción, simplemente reacciona ante el sometimiento impuesto por sí misma. a destiempo podríamos decir, ese tiempo que se perdió en la carencia, retorna cada vez para ser recuperado hasta que (crucemos los dedos, toquemos madera, descrucemos las piernas, respiremos profundo) ya no sea necesario recuperar ningún tiempo y se sitúe en la plena actualidad. y empiece a ganar el tiempo perdido de alguna manera, no lo desaproveche, viva las oportunidades que le presente el cosmos a diario. así es de simple. el miedo es el detonador de la certeza. la fé, el simiente. la espera, inevitable, cosecha paciencia y templanza. no saber que estaís esperando es lo mejor y lo más difícil de accionar, mientras sucediendo todo aquello que acomoda las raíces y asienta al árbol a su tierra, como si los pies agarrados sostuvieran la copa, tan virtuoso creciendo su tallo para ofrecer sus frutos a la naturaleza. mientras sucediendo todo, acomodándose las piezas. De todos modos como le enseñaba John a Sean, "life is what happen when you are bussy making other plans"
agradecer nos lo recuerda todos los días.
hacer de ese tiempo, su tiempo. de ese espacio, su espacio. afirmar las raíces pies para poder sostener el crecimiento arbolado. un virtuoso árbol que expande sus ramas sabias. un tronco que abraza el tiempo de cada anillo de tiempo. alguna vez encontrará paz, cuando deje de anhelar. enhebrará su cordón a su destino. y se dejará envolver y desenvolver. danzará al sonido de sus sentimientos expresando la sutil magia de esta tierra.
ocúpese para olvidar que espera. ocúpese de lo que espera de sí. de aquello que lo hace vibrar algún sentido de estar aquí donde está aunque le haya tocado un azar indescifrable y el error que eleva la mutación. somos destino. se escribe un código que habrá que leer para agregar autoría a ese destino. el miedo es la bruma que niega la verdad. la verdad está pulida de complacencias. es justa su definición. almas deben pulir el narcicismo de la autoimportancia y recibirán lo que sus trabajos esmerados hayan hecho de ellos. la impresión de la libertad implica un trabajo de escultura. tenemos una materia y su sustancia. una imagen que se acerca a aquello que vemos de nosotros mismos. encontrar un lugar en el mundo. y sus múltiplos ensayos conectados.

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