martes, 9 de octubre de 2007

más libertad

cáscara de cháchara:
{Bueno gente, el clima está lluvioso de nuevo y me refugio una vez más en la noche, en el sonido del agua y en este cuarto en el que suelo escribir cada vez más a menudo. Un lindo ritual, un buen espacio para seguir contando de qué se trata esto de vivir sin nubes. Ahorita estoy escuchando una lista de música vieja, que armé hace unos años atrás, cuando vivía en Bella Vista. Se llama Lucilda (la bruja interior), la lista en cuestión, una lista de puras canciones en español casi todas de rock nacional, podría ser un programa de la Mega, y es música con la que me gusta reencontrarme de vez en cuando, para recordar pero para algo más, para escuchar con nuevos oídos, ya no tan tapados de fantasmas y de sombras densas del pasado. Ahora suenan los redondos y los juguetes rotos que se perdieron con las banderas de tu corazón. Antes sonaba Celeste con Juanse, en más libertad, camino a Coronel Pringles. En este momento de cambios y de apertura, reencontrarme con los orígenes resulta muy placentero también. Los había dejado pospuestos por un buen rato, escapandome de quien era, de donde venía, de qué quería en ese momento de mi vida. Ahora algunas de aquellas cosas retornan nuevas. Mejor dicho, renovadas.

No tengo palabras precisas para describir de qué se trata este momento, pero sé que es un tiempo muy importante para mi, y de algún modo me alegro de que quede algún archivo que relate con la fidelidad de transcurrir esto que me está sucediendo y que a la vez impulso desde adentro a que suceda. Ahora viene bersuit y el caramelo, y no hago más que remontarme al San Pedro Rock con mis amigas, en ese verano del 2003. Cuánto tiempo que ha pasao... se ve que ando medio melancólica también, es que me estoy despidiendo de a poco de mi pasado. Ya lo dejo ir, que se vaya. Ya se fue.
Vuelvo al aquí ahora. Tengo buenas noticias, lindas noticias. Hoy me dieron la nota de uno de los parciales que di hace un par de semanitas, Psicología del Trabajo, un redondo ocho. Y pronto se viene el segundo parcial, me tengo que poner al día. No sólo palabras, sino fundamentalmente hechos. Otra buena noticia es que me voy este finde con la gente de creatividad a Laprida a unas jornadas de educación para el arte. Un linda aventura que me llena de adrenalina. Por primera vez sé a dónde voy. No sé si saldrá todo como lo planteo, y tampoco puedo planear demasiado, pero "el vector está orientado". Ya no tengo miedo a crecer. Mucho tiempo y mucho de mi crisis puede haber sido una gran y linda resistencia a este hecho madurativo inexorable. Pero la verdad es que prefiero convertirme en un ser mujer, y no en ser niña arrepentida y temerosa. La niña no se irá a ninguna parte, sólo se adaptará a algunas realidades que le cuestan aceptar. La niña seguirá viva dentro mío, seguirá jugando, riendo, haciendo travesuras y enchastres, pero será conducida y aconsejada por la mujer. Protegida, no abandonada, no pidiendo que le indiquen el camino, sino haciendo por si misma. Porque ahora está aprendiendo a cuidarse a si misma, a conducirse a sí misma.
Breve pausa. Percibí un poco de tristeza, un poco de melancolía montaña rusa. Pero no le di tanta bolilla. Sentimientos algunos a favor del pasado, otros a favor del porvenir, me han susurrado al oído, "pues niña es que extrañas tus recuerdos, cada vez están más lejos". "Zonzerías, niña. No sas zonza", pensé para mis adentros. En realidad ese pequeñín ápice de tristeza, son residuos del apego. Están allí para recordarte que no se puede volver a dónde ya se estuvo. Tal vez uno pueda quedarse quieto, estanco, paralizado como una mula terca. Pero por más que la mula se haya empacado con las patas metidas en el barro, con las uñas arrancando los pastos, pues le vienen arrastrando. Y en vez de seguir resistiendo de quedarse en el mismo lugar, le han convencido, que se hace más fácil el camino al andar. La trayectoria ha de finalizar en algún momento, y eso no se puede preveer en cuál, ni qué es lo que tendrá que pasar a través de. Son casilleros en blanco, algunos se pueden adivinar, pero nunca se ven todas las letras juntas. Se irán completando, elegiremos diferentes palabras sustitutas, así armemos cada uno nuestra historia en presente singular. Y por momentos, en plural circunstancial pluscuamperfecto
. ]

Luego aquí, en este momento, resumo un poco lo anterior, intento dar pocas vueltas, cada vez menos. Intento precisar porque no quiero temer y evadir. A veces se me da por boludear con pensamientos que se ponen distintas máscaras por turno y me enrosco sola como un rulemán. (Lulú es un personaje con muchos rulos. Le gusta distraer, para evadir el escollo, pero guiña un sólo ojo, por el otro lo ve)
Pasaron muchas cosas en este fin de semana, y casi ni reparé a desplejar el repertorio. Sólo sé que vale la pena la vida. Sé que me siento, por momentos enrarecida , pero que no dudo en continuar por este camino, porque así lo elegí yo. No se trata de hechos a detallar, se trata de transmitir que en la vida voy transito diferentes escenarios. El mejor rol que juego, es el que me mantiene despierta. A veces me duermo. A veces me pierdo. A veces me encuentro. A veces me reencuentro (catupecu, gracias). A veces llueve, como esta noche. A veces está nublado, como esta tarde. A veces brilla el sol, como esta mañana. Ahora escribo por ejemplo, y escucho por un lado el agua de la calle, y por otro lado el agua de la música de los piojos (piojos, gracias). Y el agua que pide de mi sed. Y el agua de río en los vasos de la ciudad, que serán, vasos vacíos. (cadillacs por la regata, a ud. también gracias)
Hoy esta música que elegí escuchar, es para recordar un poco hacia atrás. Y otro poco para celebrar con gracia haber llegado hasta aquí. Si tuviera un tinto cerca, brindaría con todos uds. Sé que todos tenemos momentos para brindar, para recordar, para desear, para agradecer, para pedir. Sé que brindarse a la vida se siente alegre y agradecido. Así como dar es dar. Y no contar las cartas que me han dado por las que dí. Ya me perdoné. Ya te perdoné. Ya nos perdoné. Ahora brindemos por lo que compartimos hasta aquí. Y que sea lo que sea. Que sea algo nuevo hacia adelante. Que sea un imborrable recuerdo hacia atrás. Sea irrepetible, y hasta quizás nos volvamos a cruzar en circunstancias atemporales, en aquellas que se proyectan desde el recuerdo, cuando las querramos volver a reencontrar. Mientras se repite la película en pasado, pues yo pensaré, que bonito haberte conocido en este vida, mi vida, ahora vivís en alguna parte dentro mío. Hola, Adios. Te llevo en parte conmigo, me llevas en parte contigo. Allí, en esas partes nos encontramos y nos guiñamos un ojo, y nos decimos sin palabras, cuánto nos hemos querido. Yo te sé. Tú me sabes. Hasta siempre por aquello.


fush fush! a la melanco:

AY, QUE PESADO - MECANO

ay, que pesado, que pesado
siempre pensando en el pasado
no te lo pienses demasiado
que la vida está esperando
ay, que pesado, que pesado
siempre pensando en el pasado
no te lo pienses demasiado
que la vida está esperando
cuanto tiempo hace falta
para que borres las heridas
que te hiciste en el amor
cuantas veces te he dicho
que solo tu tienes la llave
que abre y cierra el dolor
mira que hemos hablado
que los recuerdos son mentiras
y que inundan la razón
no hay que esperar milagros
porque tampoco los pedías
cuando hiciste el amor
no debiste hacer planes
tu no decides el futuro
cuando se trata de dos
mira que hemos hablado
que los recuerdos son mentiras
y que inundan la razón.

50 PALABRAS, 60 PALABRAS O 100
esta mañana me he levantado
y al darme la vuelta me he ido rodando
no hubo mensaje de despedida
solo unas flores en el suelo del salón
será que los colores
o el olor que dan las flores
es más fácil ir despiertos
será que las palabras
nunca expresan demasiado bien
algunos sentimientos
ahora solo quedan
las fotos de las paredes
y hay que repartir los muebles
ahora solo queda
que el camión de la mudanza
venga y lo haga sin tardar
una palabra, cinco palabras o seis
siete palabras o nueve palabras o diez
cincuenta palabras, sesenta palabras o cien.
será que con las nubes
o el barullo de los tiempos
no tenemos bien los nervios
será que con la luna
que no se pone redonda
se nos va la inspiración
una palabra, cinco palabras o seis
sie n te palabras o nueve palabras o diez
ci n cuenta palabras, sesenta palabras o cien

NO TIENES NADA QUE PERDER

las cosas que te han pasado
son de lo más normal
tu novia te ha dejado plantado
y se ha ido con un soldado muy formal
y no tienes nada que perder,
y no tienes nada que ganar
algo pasó en tu cabeza y empezaste a cambiar
han puesto una reja en la ventana
de tu celda porque has querido saltar
y no tienes nada que perder, no tienes nada que ganar
y por las mañanas el sol
pintaba rayas y cuadros tu cara de pájaro
y cuando te ibas a acostar
la luna pintaba de rayas tu cara de pájaro
y tu y yo
tenemos mucho que ver
y tu y yo; y tu y yo
no tienes nada que perder; no tienes nada que ganar
te convertiste en leyenda
en héroe nacional
te han puesto una estatua y una calle y una plaza
y una flor en tu tumba
y te has convertido en inmortal
no tienes nada que ganar

No hay comentarios.: