jueves, 26 de mayo de 2011

advertidos

el tipo era un tipo pintón, alto. parecía un american héroe de los años 50. y tenía una voz espléndidamente grave, como la de mi tío el loco y cierto magnetismo escorpiano. un halo que oculta misterio e intensidad contenida y chispeante, se podía adivinar detrás del marco de los cuadrados anteojos. mi primer pensamiento fue llamarlo el harry potter de la oficina, cuando le preguntaba a mi compañera, disimuladamente, si me podía tirar algún dato de este curioso hombre.
- es un boludo, nena.
- por qué?
- porque está re loco.
- pero eso puede ser algo bueno tal vez...
- no. en serio te lo digo. se hace el importante, el galán y es un nabo.
- pero qué tiene de nabo?
- no sé es torpe. parece que está contenidamente nervioso todo el tiempo. además es un culo.
- si, no se lo ve sonreir seguido.
- además éste trabajaba antes acá y se fue de viaje. volvió hace unas pocas semanas. yo no lo conozco mucho, pero cande me contó que estuvo saliendo con la minita de cuentas y que ella lo dejó porque era un looser total.
- pero la minita de cuentas es una pelotuda. no confío en su criterio.
- por qué te interesa tanto saber de este gil, mmm?
- no sé. lo veo interesante. pero no crucé ni dos palabras.

pasaron las semanas y harry potter volvía a la oficina con más excusas que razones verosímiles. las conversaciones eran interesantes y continuaban por teléfono. una tarde, después del almuerzo, encontró una carta en el escritorio a su nombre. leyó,
me estoy quedando sin excusas para pasar a visitarte. por qué no tomamos un café alguno de estos días?
entre otros detalles de cortesía burguesa.
ella se quedó petrificada y con una hermosa sonrisa de estúpida, disfrutó esos segundos de felicidad de mariposas en el estómago. volvió a leer la nota varias veces durante la tarde y mientras esperaba el colectivo. cuando llegó a su casa y antes de irse a dormir. apuntó el celular que habían dejado de remitente y esperó hasta quedarse dormida.
al otro día no hubo ni noticias del fulano por la oficina. parece que se había ido de viaje al complejo de rosario por unos días. ella pensó una y mil veces qué palabras elegir para escribir un mensaje de texto coherente que notifique que había llegado la información. pero prefirió esperar a que regresara y en todo caso, le aclarara si estaba dirigido a ella, si por algunas de esas casualidades de la vida, se había equivocado en dejar aquella nota en su escritorio.
- y, recibiste la nota que te dejé?
- sí.
- y qué te pareció?
- mirá, yo estoy en una situación complicada en este momento. pero acepto la invitación.
- dale. así me explicás de qué se trata el asunto. te parece este lunes a las seis en éste lugar?
- bueno. quedamos así. cualquier cosa, si te surge algún imprevisto, me avisás a este número.
y le deslizó un papel con el teléfono por lo bajo.

se encontraron en ese lugar, pero ella llegó un poco tarde de lo que hubiera querido. le costó encontrar el lugar. lo divisó a lo lejos y se dio cuenta de que el tipo se había arreglado para la ocasión. le entró inseguridad porque ella estaba hecha un desastre. pero saludó y se acercó hacia la mesa en la que él la esperaba.
- hola. cómo estás?
- bien, ahora que te veo. pensé que tal vez no venías.
- pero si te dije que quedábamos así. no? en todo caso te aviso. no tenés que preocuparte.
- qué querés tomar?
- un cortado chico.
- pidamos.
- bueno, y de qué se trata el asunto de tu complicación. me muero de la intriga.
- mirá, yo estoy en una relación complicada, bah, en realidad estuve durante un tiempo hasta que el tipo me cortó y me desquicié. me lo volví a encontrar de casualidad hace unas semanas. de hecho nos vimos un par de veces y lo conversamos, pero tengo toda la intención de cortar eso porque es insano. no sé de relaciones free lance. te cuento porque merecés saberlo.
- está bien. ya me habías comentado algo. ya lo sabía. me lo aclaraste varias veces cuando llamé por teléfono. no todo lo que me acabas de decir, sino que estabas con alguien pero no en buenos términos.
- sí? bueno, si accedí a venir es justamente porque la nota que me escribiste me movilizó mucho más de lo que me hubiera imaginado.
- en serio? porque tardé un montón en decidirme, y me tuvo que ayudar mi hermana a redactarla. el tema es que me gustás mucho y quiero conocerte. hace mucho tiempo que no me pasaba.
- vos también me gustás mucho, desde la primera vez que te ví. tengo clarísimo que si las cosas se pudieran arreglar con fulano, no estaría acá. pero entendés que hay un tercero?
- si. entiendo. pero es como vos decís, si las cosas con él estuvieran bien, no estarías acá conmigo.





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