miércoles, 18 de mayo de 2011

debajo de la alfombra

el colorado tenía familia en uruguay. los padres habían militado en el partido comunista y se tuvieron que venir a buenos aires. armaron un familia. nació primero el colorado y después el otro hermano. los padres se separaron eventualmente y el viejo armó otra familia, de la cual nació una hermana que el colorado adoraba con locura y con la cual iban a andar en bicicleta los fines de semana.
el colorado estudiaba ciencias de la comunicación y vivía en el barrio de palermo. su otra pasión era la fotografía. sacaba buenas fotos. tenía un gusto depresivo de música. fanático de u2, pj harvey, radiohead, pearl jam, y los ramones. el colorado era un auténtico guerrero.
se conocieron trabajando en un call center. el ritmo era aplastante. si no te agarrabas un ataque de pánico, perdías quince kilos o tenías ganas de matar a todo el que se te cruzara en el camino.
se veían en el semi-turno cuando hacían el cambio. se habían pegado algunas miradas disimuladas. cada tanto, cuando coíncidían los horarios, se encontraban en el coffee room, se fumaban un cigarrillo y se preparaban el café de máquina que les habían asignado por tarjeta el empleador. esos momentos que tenían de descanso, se contaban algunas cosas. parece que su novia de uruguay lo había dejado. el colorado estaba destruido pero sólidamente compuesto. ella, en cambio, era un desastre de nervios y de pastillas. tenía una mala relación con un fulano que estaba del remate y la estaba arrastrando a ella a los bordes de la locura.
- qué te pasa? estás bien?
- no. la verdad es que no. este tipo con el que estoy saliendo, no lo entiendo. me dice que sí, después me dice que no. yo quería verlo hoy...
- bueno, no te preocupes. fijate si vale la pena. y sino, ya lo vas a solucionar. igual te entiendo. hace poco que mi novia me cortó.
- tu novia...?
- si. es de uruguay. me pide un tiempo y yo no creo en los tiempos.
- no, claro. mejor cortar de una. la agonía no tiene mucho sentido.
- exacto. pero bueno, lo estoy sosteniendo lo mejor que puedo. siento que algo mío se muere y no puedo hacer nada para revivirlo.
-es tal cual la sensación; un parte tuya que se muere. conozco de ésto. es desgarrador el dolor que se siente. pero sólo la primera vez. después ya te acostumbrás y te protegés antes.

un día les tocó trabajar juntos. ella no sabía cómo manejar el programa de los accidentes de auto. él le ofreció inmediatamente su ayuda. hasta le mostró unos trabajos en paintbrush que había hecho cuando le daba el tiempo en el call. también pasó el email y le pidió el teléfono. ella se lo dio, total, qué podía perder. el otro fulano seguía sin contestarle las llamadas. de hecho, había decidido cortar todo y ella no pudo más que aceptar esa decisión en contra de su voluntad. esa vez fue la última vez que se vieron en el trabajo porque días después llegó un telegrama de despido y dejó de frecuentar el callcenter.

una noche, ella estaba en el departamento. se estaba preparando unas criollitas con mantecoso. tenía ganas de tomarse unos mates también. y mientras volcaba el nuevo paquete de unión en el frasco, sonó el teléfono. era el colorado. qué alegría.
- hola, cómo estás?
- hola, colo?! bien, acá me estaba preparando algo para comer. qué sorpresa!
- sí. me enteré que te despidieron. qué pasó? son unos hijos de puta!
- mirá, la verdad es que tengo un mix de sensaciones. por un lado me siento aliviada porque odiaba ese trabajo, pero por otro, tengo bronca. no me lo esperaba. la hicieron bien. era yo la que no estaba haciendo bien las cosas. en fin...
- seguro que vas a conseguir algo mejor. no te preocupes. y si sé de algo te aviso... che, estuve pensando, no querés que vayamos a tomar algo uno de estos días?
- dale! me encantaría. perfecto. cuándo te parece? ahora mis horarios son totalmente flexibles.
- viernes o sábado. podemos ir al cine. qué pensás?
- me encantó la idea.

fueron al cine a cuadras de la feria. caminaron. por momentos hablaron, por momentos no había de qué hablar. fueron a tomar unas cuántas cervezas con pizza a un bar cercano a la plaza que él le quería hacer conocer. y después fueron a la casa de él que quedaba por el barrio. él le mostró la terraza. tenía un árbol que daba unos frutos que parecían municiones y daban alergia. la madre adoraba las plantas, eso se notaba. tenía muchas macetas con flores. él le dijo que esperara allí, que iba a buscar algo más para tomar. ella se prendió otro cigarrillo mientras pensaba qué venía después, pero al segundo reacciona que es mejor interrumpir ese tipo de pensamientos. ya estaba jugada; había accedido a ir a su casa. era obvio que esa noche iba a pasar algo entre los dos. además, el colorado le gustaba mucho.
llegó con una botella de sidra y dos vasos. se acercó por atrás. no sabía cómo encararla. tenía que hacer demasiado esfuerzo. finalmente, le encajó un beso. ella respondió bien. pero se desmayó de la borrachera que tenía encima y del susto. él la llevó a la habitación. la recostó en la cama. le fue a buscar un alikal, le acercó el vaso. ella terminó de un sorbo el agua y al minuto se quedó dormida.


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