lunes, 30 de mayo de 2011

un poco de cielo en esta tierra

él vino a la fiesta con un amigo. ella había perdido el celular en la pista de baile y lo buscaba desesperadamente. cuando se cruzaron, tenían medio litro de cerveza en un vaso y otro tanto encima. ella le presentó a su amiga, él le presentó a su amigo, pero los amigos no se cayeron bien. él le encajó un beso exagerado y un poco violento. ella se sintió extraña.
- vamos a bailar.
- recién había perdido el celular en la pista de baile pero por suerte me lo encontraron.
- sos un peligro. tomás un poco y ya estás perdiendo el teléfono.
después de bailar con tanta sensualidad entre ellos que la gente los miraba, decidieron ir a tomar aire a la terraza de la casona vieja. allí encontraron a unos músicos que estaban haciendo algo parecido al jazz. el se empezó a hacer el galán con unas flaquitas que estaban sentadas por ahí. y ella se empezó a chamuyar a los músicos. cuando él se dio cuenta, se puso celoso y la tomó de la mano. le propuso que se fueran de la fiesta. ya era tarde. ella le dijo que tenía que despedir a su amiga. él le dijo que no sabía en donde estaba su amigo, pero que la esperaba afuera.
se encontraron en la calle. él se había puesto a leer un libro mientras la esperaba. ella lo invitó a pasar a su casa que quedaba cerca de la fiesta. el se negó. y le dijo que porqué no iban a su departamento. caminaron por las calles de un barrio que les hacía acordar a la ciudad de berlín hasta llegar a la parada del colectivo.
cuando llegaron a su departamento, se hicieron algo para comer, pero ella no pudo pegar un ojo. y escuchó entre sueños que él decía que no quería que ella estuviera allí. se sintió tan mal que decidió ponerse la ropa rápido y tomarse lo que sea para ir a dormir a su casa. hacía dos días que no descansaba bien. él se angustió con la despedida abrupta. le hizo recordar a heridas del pasado. a relaciones escabrosas. ella también estaba angustiada, pero se tomó las pastillas, desconectó el teléfono y se fue a dormir hasta la tarde. cuando despertó sintió ganas de llamarlo para explicarle el porqué de esa reacción y quedaron en encontrarse en la plaza a las nueve en donde se baila el tango. fueron a comprar una cerveza y la abrieron con el encendedor. se sentaron cerca de uno de los árboles en el piso y un artesano que por allí pasaba les dejó una pulsera a cada uno, violeta y roja, y les preguntó si eran novios. los dos lo negaron rotundamente. después de una charla hermosa, ella lo invitó a bailar. él le contó que tenía en sus planes irse de viaje solo por un tiempo y que era justo que ella lo supiera. ella le dijo que también tenía el plan de irse de viaje, y que gracias por avisar. fueron a la casa de él otra vez. prepararon unos fideos con crema y nuez moscada y pusieron el disco de the velvet underground. compartieron la cama divinamente. todos queremos un poco de cielo en esta tierra. esa mañana fue la última vez que se vieron.
ella viajó al norte para buscarlo, pero jamás coincidieron en tilcara.

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