miércoles, 23 de julio de 2008

ojo al piojo


Estamos a días, dos, de recibir el nuevo año del calendario maya. Ya le comí el coco a mis allegados respecto de esta expectativa. Hoy culmina la onda encantada de la semilla con el sello del guerrero cósmico, aquel que cuestiona, aquel de inteligencia sagaz, aquel guerrero propiamente dicho, como el que describía Don Juan, el camino de aquellos que se convierten en guerreros de la luz. Qué es importante en un guerrero, su estrategia. Cuestionar al enemigo, al adversario, aquel íntimo enemigo que todos llevamos adentro. Aquel que nos hace sus esclavos sumizos. Aquel que viene a derrotarnos justo cuando pensábamos que lo habíamos derrotado. Y por qué es importante cuestionarlo. Pues porque de esa manera lo ubicamos adonde debe ir, al banquillo de los acusados. Es él quien tiene que darnos las explicaciones por interponerse en nuestro camino "feliz", en el momento crucial en que la estamos pasando bien. O peor, es aquel que viene a patearnos cuando estamos tirados en el suelo agonizantes. Su poder lo hace poderoso sólo cuando hay otro que es el débil, y en donde puede descargar su arsenal crítico.
Para conocer verdad es necesario cuestionar aquellas ilusiones que nos mantienen dormidos. Es necesario que con ese cuestionamiento pongamos en duda las creencias que nos mantienen atados a falsas expectativas. Porque una vez más el guerrero entenderá que la meta es interna, y la verdad es su singular recorrido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Para conocer verdad es necesario cuestionar aquellas ilusiones que nos mantienen dormidos. Es necesario que con ese cuestionamiento pongamos en duda las creencias que nos mantienen atados a falsas expectativas. Porque una vez más el guerrero entenderá que la meta es interna, y la verdad es su singular recorrido."

GRACIAR POR ILUMINAR .... LUCIA/LUCIL

Lucía es el femenino de Lucio, que procede del término lux, "luz". Antiguamente se utilizaba para designar a los nacidos con la primera luz del sol. Simbólicamente sería "el iluminado", el que se guía por la luz y el raciocinio.