viernes, 9 de noviembre de 2007

niño envuelto

En estos 26 años de vida que llevo vividos algo me he llegado a conocer. En mis mejores momentos de brillo y en mis peores momentos de oscuridad opaca. En los interfaces grises también. Conozco algo de mi evasión, por ejemplo. Algo de mis caprichos. Algo de mis fantasías. Algo de mis abandonos. Algo de mis principios y motores de vida. Esta semana me hizo falta escribir, ya sea aquí haciéndolo público, o para mis intersticios privados. Y como no pude con mi genio maldito y como sé que tampoco tengo tanto tiempo esta mañana, como no lo tuve esta semana, me asumo deseante y concreto un pedacito de ese deseo. Hoy no me puedo dar el lujo de sentirme con el tiempo disponible, pues porque ese tiempo que tengo hasta las tres y media de la tarde, tiene que ser efectivamente aprovechados para repasar lo último que me queda de los apuntes de Psicoterapias. Estoy "demasiado" relajada, como me suele suceder hasta que me doy cuenta en el mismo momento de hacer el parcial, que tendría que haber repasado más en profundidad tal o cual cosa en los mejores casos y que no lo estudié ni me percaté de eso que piden las preguntas responder, en los peores casos. Es el último parcial que doy de este cuatrimestre. Si vienen finales, me enteraré la semana que viene. Pero los finales están en el aire. Tampoco me puedo permitir esa licencia llorona. Ahora preciso tener la cabeza despejada y fría, en función de mis objetivos. Todo un reaprendizaje.
Para no ponerme nerviosa en una instancia de parcial me lo tomo de otra manera. No voy a decir que no me importa la nota que me pongan, pero en el momento de estudiar, al menos estas tres materias que hice, estudio desde el conocimiento y desde el aprendizaje. Soy muy curiosa, me gusta acceder a información nueva. Me gusta sorprenderme con aquello que dicen los textos que leo. También tiendo a ser bastante distraida. Mi cabeza al incorporar información nueva, empieza a hacer conexiones nuevas, en su propio texto mental. Me inspira el aprendizaje. Pero también reconozco que me disperso con facilidad. Me cuesta sostener la atención por demasiado tiempo, ir en profundidad. Sólo dejo que me suceda en ocasiones, pero no son la mayoría de las ocasiones. Algo de lo que me he dado cuenta en esta semana es que no tuve problemas para cumplir con la lectura, pero lo hice desde el placer. No puedo aprenderme las cosas de memoria, ni puedo aprenderme aquello que van a preguntar en las preguntas estipuladas del parcial. Sé que en ese sentido debería ser más pragmática. Tal vez obtendría mejores resultados. Sin embargo, para mi lo importante, aunque suene "demasiado idealista" y hasta ingenuo y pelotudo, es que aquello que leo me deje algo, más allá de la materia y las prescripciones académicas. No estudio por nota, nunca lo hice. Aclaro que la nota me interesa en algún sentido como "carátula de éxito" que se anota en la libreta, pero no mucho más allá de eso. He aprobado materias, que no sé cómo me aprobaron porque no había entendido un catso, he recursado materias, de las que aprendí muchísimo en sus dos tiempos, y he hecho trabajos prácticos olvidables e inolvidables por lo que significaron en el momento de evolucionar a un pensamiento propio desde las conexiones teórico-prácticas. En muchos casos las notas lo reflejaron bien, en otros no tanto. Pero los mejores éxitos los sentí internamente, cuando sentí que había desafiado a mi mente en la incorporación de ese conocimiento y en el trabajo que había hecho desde mi lugar.
Creo que es suficiente por ahora este repaso históricio de mi historia académica, mejor me voy a repasar Psicoterapias que es lo que me queda por delante en este día. Una vez que la rinda, contaré pues otras cosas. Pero primero, lo primero.

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